Según los indicadores que manejan en el gabinete económico, la inflación de junio continuará desacelerándose con respecto al 7,8% de mayo. Incluso, confían en que puede estar más cerca del 7% que del 7,5 por ciento.
Claro que, cuando el 13 de julio a las cuatro de la tarde el titular del Indec, Marco Lavagna, anuncie la inflación de junio, el Banco Central no tendrá margen para bajar ni 50 puntos básicos la tasa de interés, aunque ese mismo jueves será la tradicional la reunión de directorio.
Veranito cambiario
Ocurre que uno de los motores principales para desacelerar la inflación es el "veranito cambiario", con un dólar libre, en especial el blue, que va corriendo debajo de la inflación.
Ahora, si el BCRA se anima a bajar, aunque sea un mínimo la tasa de política monetaria, podría encender otra corrida cambiaria que impacte de lleno en la inflación, justo cuando falte un mes para las PASO del 13 de agosto.
Según los indicadores que manejan en el gabinete económico, la inflación de junio continuará desacelerándose con respecto al 7,8% de mayo. Incluso, confían en que puede estar más cerca del 7% que del 7,5 por ciento.
El ganador
Por lo tanto, con una nueva desaceleración de la inflación, los plazos fijos tradicionales pasarán a tener un mejor rendimiento aún frente a la inflación.
Esa es la causa por la cual pueden subir todavía más el stock de plazos fijos del sector privado a lo largo de este año: el 48%, de $ 7.624.507 millones el 2 de enero pasaron a $ 11.272.554 millones el 16 de junio pasado, última fecha disponible en la web del Central.
Ocurre que uno de los motores principales para desacelerar la inflación es el "veranito cambiario", con un dólar libre, en especial el blue, que va corriendo debajo de la inflación.
A contramano de esto, los depósitos UVA, que son atados a la inflación, caen 6,5% en su stock del sector privado a lo largo del año, al disminuir de $ 347.846 millones el 2 de enero a $ 326.429 millones el 16 de junio.
UVA en baja
La desventaja de los UVA es que son a 90 días que, si bien se puede elegir la opción de prencancelación anticipada a los 30, en ese caso no rinden lo que fue la inflación del mes anterior, sino una tasa menor.
Hoy estos depósitos pagan el 7,8%, que fue el índice de inflación de mayo, y si se confirma la desaceleración de inflación, el mes próximo pagarán menos aún. Esto explica el porqué de la caída del stock, que en términos reales es mucho más, porque debería incrementarse el 7,8% por el sólo pago de interés.
Desarme de carteras
En consecuencia, lo que hay es un gran desarme de estos plazos fijos al vencimiento, de ahorristas que no lo renuevan o, incluso, que los precancelan a los 30 días, debiéndose conformar con tasas menores aún que las del IPC.
"Para el resto de junio prevemos un comportamiento similar al visto en la primera quincena, con un mes que cerraría apenas por encima del 7%", arriesgan desde Ecolatina.
En consecuencia, lo que hay es un gran desarme de estos plazos fijos al vencimiento, de ahorristas que no lo renuevan o, incluso, que los precancelan a los 30 días, debiéndose conformar con tasas menores aún que las del IPC.
Más allá de la moderación respecto a los elevados registros de abril (8,4%) y mayo (7,8%), no prevén que esta tendencia se sostenga el resto del año: "El régimen inflacionario actual no sólo se consolida en pisos más elevados, sino que es inestable y carece de anclas, por lo cual las fluctuaciones son parte de la naturaleza del proceso".
Inercia inflacionaria
En este sentido, la arraigada inercia inflacionaria se ve alimentada por la mayor indexación y acortamiento en el plazo de los contratos, un deslizamiento cambiario consolidado en niveles más similares a la tendencia de los precios, y salarios que seguirán ejerciendo presión para recuperar el terreno perdido.
Sobre esa base, posibles tensiones sobre la brecha cambiaria en un marco de exiguas reservas internacionales y la elevada incertidumbre propia de la transición electoral mantendrán inestable el proceso inflacionario. Por eso, no esperan un registro menor al 135% para 2023.