La tregua no fue completa. Si bien el desplome de las cotizaciones paralelas del dólar y las mejoras de los bonos y acciones implicaron un alivio en medio de la turbulencia financiera que atraviesa el país, las últimas jornadas dejan también fuertes ventas de reservas por parte del Banco Central.
La autoridad monetaria se desprendió este viernes de otros u$s 140 millones de sus reservas, en una rueda en la que la demanda de energía alcanzó los u$s 200 millones. De esta manera, el BCRA registró en el mes ventas netas por unos u$s 1275 millones y cerró el peor mes de julio en 20 años.
Así, la entidad que preside Miguel Pesce registró la venta mensual de reservas más abultada desde septiembre de 2020 y cortó una racha de cuatro meses de saldo comprador. La última vez que había terminado un mes con ventas netas había sido febrero, mes en el que se desprendió de unos u$s 187 millones.
El saldo de compras netas del año, en tanto, se redujo a unos u$s 570 millones.
El nivel de reservas netas del Banco Central mantiene en alerta a un mercado que ya descuenta que se incumplirá la meta de acumulación de divisas pactada con el FMI para este trimestre.
Es que estimaciones privadas ya ubican el nivel de reservas netas por debajo de los u$s 2000 millones, muy por debajo incluso del nuevo target de acumulación correspondiente al tercer trimestre del año, de u$s 6400 millones.
Según cifras de Empiria, el nivel de reservas netas del Central se ubica hoy apenas por encima de los u$s 1900 millones. LCG, por su parte, las estima en torno a los u$s 1750 millones. "La meta de reservas luce lejísimos", había anticipado hace una semana un informe de 1816.
En el oficialismo, en tanto, no se dan por vencidos y continúan a la espera de los efectos de la última medida lanzada por el BCRA para capturar los dólares que quedarían por liquidarse de la cosecha gruesa. Miguel Pesce incluso reconoció esta semana que el Gobierno apuntaba a capturar u$s 2500 millones con el nuevo incentivo.