La cooperativa láctea SanCor ya puso fecha para definir su futuro. Ayer convocó a una asamblea extraordinaria de asociados en la que los productores evaluarán la única oferta de asociación que se presentará: la de la compañía Adecoagro. Será el 12 de abril, en la sede de la láctea en la ciudad de Sunchales.
Allí, tal como se precisa en el acta de convocatoria, el orden del día detalla que los puntos a tratar incluyen la "consideración, aceptación y aprobación de los términos y condiciones de la oferta vinculante de inversión y asociación presentada por Adecoagro". Especifica que para que se concrete la operación, SanCor constituirá una Sociedad Anónima (SA); transferirá a la SA las plantas productivas, personal, cargos logísticos y marcas de la cooperativa y demás activos y pasivos vinculados a la oferta. Además, afirma que venderá a Adecoagro "no menos del 90% de las acciones de la SA, al precio y bajo los términos y condiciones de la oferta".
En el mercado se estima que la operación superaría los u$s 330 millones, que es lo que habría ofrecido la cooperativa neocelandesa Fonterra. Ese grupo fue durante varios meses la principal candidata a asociarse con SanCor, hoy fuera de carrera.
La nueva sociedad deberá hacerse cargo de los pasivos que fue acumulando la cooperativa en los últimos dos años. Además de elevar en $ 300 millones su déficit en el último ejercicio (pasó de $ 2421 millones en el ejercicio terminado en 2016 a $ 2749 millones de resultado negativo en el balance finalizado en 2017), tiene una importante deuda tanto con sus proveedores (principalmente tamberos) como con organismos como la AFIP. En el caso de los proveedores, ya prepara para el 6 de abril otra Asamblea para aprobar Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) al que recurrió para proponer quitas de hasta el 60% en las deudas a cerca de 2100 acreedores y productores.
La firma liderada por Mariano Bosch no es nueva en el negocio lácteo. Cuenta con 7000 vacas en ordeñe en un megatambo ubicado en la localidad de Christophersen, al sur de Santa Fe. En su último balance indicó que la unidad lechera registró en 2017 una ganancia de u$s 11,2 millones, una cifra 135% superior a la del 2016, mientras que el año pasado produjo 93,2 millones de litros de leche. "Tenemos un plan integral de crecimiento para SanCor y creo que eso marca la diferencia de nuestra propuesta", aseguró el viernes pasado el CEO. "Al igual que los socios de SanCor, nosotros también somos productores argentinos de leche y queremos que el sector crezca y se desarrolle", destacó. Y deslizó la intención de comercializar un mayor volumen de lácteos tanto en América latina como en mercados de alto crecimiento, como China.
De esta forma, la cooperativa cerraría lo que denominó el año pasado el "Plan SanCor", en la cual los asociados aprobaron la conformación de un fideicomiso financiero de administración y el plan para comenzar el camino de reestructuración. Entre los objetivos planteados en aquel momento se encontraban la obtención de un préstamo por $ 450 millones del Fondear; el inicio de un proceso de estabilización con el restablecimiento de las actividades productivas; y la regularización gradual de los pagos pendientes. Allí, anticipó la posibilidad de la incorporación de "socios estratégicos". En ese camino, y para sumar fondos frescos, en enero de este año vendió el 50% de las acciones que tenía en la planta Afisa (en Córdoba), por u$s 35 millones, al grupo sueco-danés Arla Foods, en una sociedad que databa desde 2000. Además, se desprendió de cuatro plantas que mantenía paralizadas: le vendió al grupo español Alaisa la planta de quesos de Brinkmann (CBA); la planta de Coronel Moldes (CBA) cedida a otra la Cooperativa Láctea Huanchilla; y la de Centeno, que este año reabrió operada por la firma bonaerense La Tarantela; en tanto, el establecimiento de Coronel Charlone (Buenos Aires) aún no definió su situación.