Pero a menos que decida modificar el esquema de derechos de exportación vigente, algo casi imposible hoy, no puede esperarse una mejora en las ventas externas en el corto plazo. Hoy la soja y sus derivados (harina, aceite) pagan el 33%, mientras que maíz, trigo, cebada y sorgo tributan el 12% y el girasol y la harina de trigo el 7%. En el caso de los bienes industriales la alícuota promedia el 5%.
Según datos de la AFIP en agosto se recaudaron $ 37.023 millones en concepto de retenciones, equivalente a lo que se recauda por Impuesto al cheque y apenas por debajo de Bienes de Personales.
Analistas sostienen que para crecer en volumen y nuevos exportadores se requieren señales de estabilidad macroeconómica y en el frente cambiario, dos de los principales escollos que presenta la economía este año. El propio Gobierno descarta mejorar la competitividad de la producción local por la vía devaluatoria, debido a su impacto inflacionario.
Se presume que entre las medidas que el Gobierno prepara para salida de la pandemia, algunas se orientarán a sectores exportadores, aunque aún no hay precisiones. Según algunas versiones habría algunos puntos más de reintegro a las exportaciones o mejora en el financiamiento para exportar.
"Al que ya exporta, cualquier incentivo le permite sostener mercados pero si apuntás a crecer en exportaciones, necesitás un tipo de cambio único, reducir la brecha cambiaria y estabilizar la macro", sostuvo Marcelo Elizondo, especialista en comercio internacional.
Pablo Lavigne, director para América Latina de Abeceb, destacó que "la estabilidad macroeconómica es fundamental" para exportar. Consultado sobre un eventual despegue de exportaciones a corto plazo, Lavigne explicó que "la posibilidad es que crezca Brasil y que suba el precio de la soja, no hay mucho más".
Por la pandemia pero también de una relativa pérdida de competitividad de la producción argentina, las exportaciones cerrarían el año en torno a los u$s 58.000 millones, una caída del 11% respecto de 2019.
Para Marisa Bircher, directora general de Biglobal, se necesita un "plan claro de negociaciones comerciales en mercados estratégicos" y reducir la brecha cambiaria y la presión impositiva. "Sólo por derechos de exportación la agroindustria aportará en la campaña 2019/20 u$s 5900 millones y u$s 11.500 en otros impuestos", detalló.