La pronunciada inflación en Argentina resuena en el mundo entero desde hace varios años. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) registró, en septiembre de 2022, una suba de precios al consumidor del 6,2%. Ante esta escalada, los sueldos de los argentinos quedaron desfasados.
En este sentido, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre se proclama como el cuarto más alto de los últimos 12 meses, siendo tan solo superado por los meses de julio (7,4%), agosto (7,0%) y marzo (6,7%) de 2022.
Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide el nivel de indigencia por ingresos, registró un aumento del 7,1% respecto al mes anterior. De esta manera, si un adulto gana menos de $ 18.360 se lo considera en una situación de extrema vulnerabilidad.
En este contexto, la cuenta de Twitter, Finanzas Argy, realizó una comparativa en la que determinó de cuánto debería ser el salario mínimo en octubre de 2023, ajustado por inflación. Para ello, analizaron el comportamiento en la escala salarial de los últimos años.
Sueldos e inflación: este debería ser el salario mínimo para no perder ante la suba de precios
El salario mínimo en noviembre de 2011 era de $ 2300. "Si hubiera ajustado por inflación, para que no pierda poder de compra, hoy debería ser de casi $ 84.000", indican desde la cuenta de finanzas.
Sin embargo, a noviembre de este año, "no llegará a los $ 58.000, por lo que seguirá sin cubrir la CBA, que mide la línea de indigencia", detallaron.
En resumidas cuentas, un adulto necesitaría ganar una suma que supere los $ 84.000 para hacerle frente a la suba de precios y conservar su poder adquisitivo. No obstante, según la última actualización, el monto del Salario Mínimo Vital y Móvil en Argentina es de $ 54.550.
¿Qué indica la medición de la canasta básica alimentaria y la canasta básica total?
Ambos datos son muy relevantes para determinar la magnitud de la crisis económica en los indicadores sociales:
Mientras que la Canasta Básica Total (CBT), además de alimentos, incluye otros ítems del gasto -indumentaria, salud, transporte o educación- y determina la "línea de pobreza". En cambio, la CBA se limita a relevar bienes de primera necesidad y configura la "línea de la indigencia": aquellas familias que no lleguen a cubrir los ingresos necesarios para adquirirla son indigentes.
Esta última, se determina tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades.
De esta manera, un adulto es pobre cuando gana menos de $ 41.493; mientras que cae en la línea de la indigencia cuando alcanza niveles inferiores a $ 18.360.
Mientras tanto, una familia compuesta por tres integrantes (una mujer adulta, un hijo adolescente y una persona mayor) tiene una línea de pobreza de $ 102.073 y de indigencia de $ 45.165. A su vez, para un grupo de cinco familiares (una pareja adulta y tres hijos) es de $ 134.853 y de $ 59.669, respectivamente.