Con 40 votos positivos y 30 negativos, el Senado sancionó la ley que regula la modalidad de teletrabajo. La oposición no acompañó la medida luego de que el oficialismo se negara a introducirle modificaciones al texto girado por la Cámara de Diputados. Tras la sanción, el oficialismo se apresta ahora a darle media sanción al proyecto de Reestructuración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Instrumentada en los Títulos Públicos emitidos bajo ley local.
Entre otros ítems, el texto para regular el home office, que fue fuertemente cuestionado por sectores empresariales, incluye el derecho a la desconexión digital y establece que el empleador debe proporcionar los elementos de trabajo (software y hardware).
Durante el debate, que duró cerca de cuatro horas, el exvicepresidente de la Nación, el radical Julio Cobos, señaló que “decimos que estamos hablando de una modalidad de Teletrabajo, pero ya comenzamos mal con el título de la ley, el cual dice 'régimen legal del contrato del teletrabajo'". Y reprochó: "Si es fácil entender las modificaciones que estamos proponiendo, resulta difícil entender por qué no se aceptan estas modificaciones ya que somos la cámara de revisión, y además, esta ley entraría en vigor recién 90 días después de la pandemia”.
En tanto, al hacer uso de la palabra, Esteban Bullrich, del PRO, se expresó en contra del derecho a la desconexión digital que contempla la ley. "La tecnología permite que un contador haga la contabilidad de una empresa desde otro país y esta ley le pone límites a eso", consideró el bonaerense e hizo referencia a los artículos 16 y 17 que contemplan una jornada laboral limitada. "Eso impide dar servicios a quien este en otro huso horario", resaltó.
En tanto, al defender la iniciativa, el chubutense Mario Pais, del Frente de Todos, destacó que la ley no intenta promocionar el teletrabajo, sino que "busca llenar un vacío legislativo y aumentar el grado de regulación y protección".
Por último, el senador del FdT, Mariano Recalde, subrayó que la modalidad "tiene muchas ventajas, pero también tiene desventajas". En este sentido, aseguró que el proyecto las trata "cuidadosamente". Además, aclaró que la iniciativa "no surge a las apuradas", sino que su debate comenzó en el año 2002, cuando se presentó el primer proyecto sobre el tema.
En otro tramo de su discurso, Recalde argumentó que "todos" los senadores tenían agregados y sugerencias para hacerle a la iniciativa, "pero este proyecto viene con suficiente consenso desde Diputados y nos parece que merece salir aprobado sin modificaciones".
Dicho esto, el senador oficialista defendió el derecho a la desconexión digital, al que definió como "una garantía para que se cumpla el derecho a una jornada limitada", y aseguró que "no afecta a la flexibilidad de los horarios". Y remató: "Es muy sana la indicación de la ley de prohibir al empleador enviar comunicación fuera del horario de trabajo".
Principales puntos
La ley, que entrará en vigencia 90 días después del levantamiento del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, establece que el paso de modalidad presencial a teletrabajo debe ser por una decisión voluntaria por parte del empleado, y que esta debe quedar por escrito, al tiempo que deja en claro que la modalidad podrá ser revocada por el empleado “en cualquier momento”.
Además, la iniciativa incorpora por primera vez el concepto de “derecho a la desconexión digital”. Es decir, que el trabajador tiene derecho a no ser contactado y a desconectarse de los dispositivos digitales fuera de su jornada laboral y durante licencias.
La normativa aclara que quienes trabajen bajo esta modalidad tendrán los mismos derechos y obligaciones que los empleados que opten por el trabajo presencial. Lo mismo se aplica para las remuneraciones, que deberán corresponderse con el convenio colectivo de trabajo, "no pudiendo ser inferior, en su caso, a la que percibía o percibiría bajo la modalidad presencial”.
La iniciativa actuará como una ley marco; después, cada convenio de trabajo deberá incorporar las adecuaciones.
Durante el debate de la iniciativa en comisión, una serie de referentes del mundo empresarial habían cuestionado la letra chica del texto, más allá de que coincidieron en el espíritu de la medida. “Va a ser un picnic para la industria del litigio”, alertó en ese momento Luis Galeazzi, director Ejecutivo de Argencon. Mientras Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la UIA, señaló que hay artículos “impracticables”.
En tanto, Brenda Puig, líder de la red de abogados de IDEA, subrayó que, la forma en que se propone regular la jornada de trabajo y el derecho a la desconexión “no es realizable en la práctica” y hasta alertó que “atenta contra el teletrabajo”.
En la sesión de hoy, que arrancó pasadas las 14.30, el oficialismo también se apresta a darle media sanción al proyecto de Reestructuración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Instrumentada en los Títulos Públicos emitidos bajo ley local.
La normativa aspira a reestructurar los bonos y letras en dólares emitidos bajo legislación argentina cercana a los u$s 46.000 millones. De ellos, u$s 25.300 millones están en manos de privados mientras que los u$s 20.700 millones restantes, en manos del sector público.