Actualmente existe una revolución en torno a las nuevas tecnologías vinculadas al uso de los biofertilizantes que utilizan microorganismos para fijar nutrientes en el suelo y hacerlos disponibles para las plantas. Junto a ellos, los bioplaguicidas, derivados de organismos vivos como bacterias y hongos, ofrecen una alternativa natural y efectiva para controlar plagas y enfermedades sin recurrir a productos químicos sintéticos.
La principal ventaja es que los bioestimulantes están cargados de nutrientes naturales y hormonas vegetales y promueven un crecimiento más vigoroso de los cultivos, disminuyendo los efectos causados por el estrés, mientras que se mejora la salud del suelo y su capacidad para retener agua. “Por ello, acompañamos a los productores agrícolas a la integración de estos bioinsumos en sus sistemas agrícolas existentes, combinándolos con prácticas tradicionales”, destaca Horacio Almada, CEO de Summabio en diálogo con Infonegocios.
Al reducir la dependencia de productos de síntesis química, los agricultores no solo protegen el suelo, sino que también promueven la salud a largo plazo del mismo y aumentan la biodiversidad en los agroecosistemas. Los biofertilizantes son aplicables a diversos cultivos como soja, trigo, girasol, maíz, sorgo, poroto, garbanzo, maní, algodón, papa, lechuga, acelga y espinaca.
De lo que se trata es de demostrar el menor impacto ambiental de sus productos en comparación con los agroquímicos convencionales en suelos fértiles. A través de diferentes ensayos y propuestas tecnológicas, ajustadas a cada región edafoclimática que desarrolla, la empresa busca proporcionar una evaluación exhaustiva del rendimiento de sus bioinsumos. “Este enfoque integral, nos permite ofrecer soluciones agrícolas innovadoras y promover prácticas más sostenibles a largo plazo”, señala Horacio.
Asequibles, económicos y sostenibles
Los bioinsumos agrícolas ofrecen una solución sostenible y accesible para los agricultores, con precios que se ajustan a los parámetros del mercado actual. Aunque los costos pueden variar según el paquete tecnológico, los análisis de margen bruto revelan un beneficio aún más evidente para los agricultores. “Esta asequibilidad no solo promueve una agricultura más “a largo plazo”, sino que también garantiza que la transición hacia prácticas más sostenibles sea económicamente viable para todos los actores involucrados en la cadena alimentaria”, destaca el empresario.
Summabio tiene alcance a nivel nacional, desde el sudeste bonaerense hasta Cuyo y desde La Pampa hasta Salta. Además, está presente en Uruguay y Bolivia. Tiene 23 agentes comerciales y, actualmente está ampliando la red desarrollando diversos canales distribuidores y otros partners estratégicos.
El mercado crece a nivel global a pasos agigantados, estimado en 15% interanual según diferentes fuentes y en algunos lugares como Brasil. “Es increíble la explosión que hubo en el sector de los bioinsumos en los últimos cinco años. Nosotros estamos desde la primera hora, registramos nuestro primer consorcio microbiano en 1998, esto nos da ese enorme conocimiento del mercado y del funcionamiento de esta nueva tecnología a campo”, finaliza Horacio.