Fuera del perímetro de la Plaza se desarrollaba la ruidosa marcha de los estatales. Horas antes, en el acceso al Aeropuerto, también los gremios hicieron sentir su poder de fuego. A pesar de los intentos de opacar la fiesta y de los detenidos, el efecto buscado de caos no se consiguió. A los perjuicios los sufrieron los cordobeses afectados por no llegar a tiempo a tomar sus vuelos, o circular con normalidad por las calles de la ciudad.
(InfoNegocios dialogó con el fiscal Ernesto De Aragón que confirmó la detención de dos mujeres que fueron imputadas de resistencia a la autoridad. En pocas horas quedaron libres, pero siguen procesadas).
Y arrancó la fiesta
Las bandas militares de los Regimientos de Granaderos a Caballo, Patricios, Ituzaingó, Ministerio de Defensa y la local Boquerón, comenzaron a darle color a la jornada con su imponente ingreso por calle Obispo Trejo hasta ubicarse en los laterales del escenario principal y también en las escalinatas de la Iglesia Catedral. Paralelamente al ingreso de las bandas, personal del Ejército Argentino comenzó a servir chocolate cocinado a fuego lento en una gran cocina de campaña, la gente se llevó además de la bebida caliente una banderita argentina.
Alrededor de las 13.30, si bien la Plaza San Martín lucía con mucha gente, se podía caminar cómodamente del mástil hacia calle Rivadavia. A medida que se acercaba la hora del arribo del presidente Milei, la gente fue llegando de manera incesante. Personal de la Policía Federal estimó más de 5.000 personas, aunque nunca se llenó totalmente la Plaza. (Los memoriosos recuerdan que en 2021, cuando Javier Milei organizó un acto en la Coniferal de Parque Sarmiento, hubo más de 10.000 personas, el doble).
Antes de la llegada del presidente, ministros de la Nación, funcionarios locales, y legisladores, diputados nacionales y senadores nacionales de la oposición compartieron en el patio del Cabildo café y chocolate hasta el momento de ocupar sus sillas en el sector VIP reservado para la ocasión y muy próximo al escenario. A medida que se iban sentando y la pantalla gigante los enfocaba, la militancia libertaria fundamentalmente los arengaba: los más aplaudidos fueron Adorni y Villarruel.
A las 15:07 Javier Milei ingresó en auto y con fuerte custodia (de Gendarmería Nacional) por calle Rosario de Santa Fe. El fervor libertario y de los ciudadanos comunes no militantes, pero sí mileístas, se hizo sentir fuerte.
Minutos después Milei aparecía en el balcón del Cabildo de Córdoba agitando los brazos, con su euforia desbordante y contagiosa que hicieron vibrar la Plaza. Luego se sumó Karina Milei, el “Jefe”, también con hinchada propia.
Abajo las autoridades nacionales y provinciales de los tres poderes aguardaban el ingreso del presidente junto al gobernador Martín Llaryora y el intendente Daniel Passerini.
La locutora nombró a las autoridades nacionales y provinciales y ese fue el momento más incómodo de la jornada porque tanto el gobernador como el intendente recibieron una silbatina ensordecedora. El gesto descolocado de ambos, como así también de sus funcionarios y del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Luis Angulo, fue indisimulable. Hay que reconocer el temple de la plana mayor del Gobierno de Córdoba para someterse a ese escarnio porque todo el tiempo supieron que así sucederían las cosas.
A las 15.39 Milei arrancó su discurso, agradeciendo a quienes hicieron posible su presencia en “la Docta”, pero nombrando a las autoridades en general sin nombrarlos a Llaryora y Passerini en particular, tal vez para salvar a los anfitriones locales de otra silbatina.
El discurso de Milei fue interrumpido varias veces por los gritos de la gente que coreaba: “la casta tiene miedo”, “vamos Javier”, “ley bases” o “plebiscito”. Sin la brillantez de su alocución de la apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, Milei insistió nuevamente con los conceptos claves de su política y también dejó dos anuncios “primicias”: El Consejo de Mayo y la reducción impositiva.
“Por eso quiero anunciar hoy, aquí en Córdoba, no solo que vamos a seguir trabajando para que el acuerdo de mayo sea una realidad, sino que además, luego de la firma del Pacto de Mayo, cuando estén sancionadas la Ley Bases y el paquete fiscal, el Poder Ejecutivo Nacional creará el Consejo de Mayo para completar esta sagrada tarea”, dijo.
“Estará integrado por un representante del Gobierno Nacional, un representante de las provincias argentinas, un representante de la Cámara de Diputados, un representante de la Cámara de Senadores, un representante de las organizaciones sindicales y un representante del empresariado argentino. Y tendrá la responsabilidad de trabajar en los proyectos de ley que materializarán los principios adoptados en el acuerdo de mayo”.
Ahora quedará por definir qué alcance y atribuciones tendrá ese Consejo de Mayo. ¿Una antesala de ablande para llegar mejor al Congreso al momento de votar las leyes? ¿Diluye a los opositores? ¿El representante de Diputados y Senadores será libertario? Un Consejo que tiene mucho de corporativo y en el que se ve a los sindicatos como los grandes ganadores
“Quiero anunciar que, una vez que estén aprobadas la Ley Base y el paquete fiscal, el gobierno nacional avanzará en una reducción significativa de impuestos, empezando por el impuesto PAÍS un impuesto distorsivo que atenta contra la producción y el crecimiento económico”.
“Al igual que estamos atacando la inflación, nos comprometimos a que cada peso recaudado que termine en superávit fiscal será devuelto a los argentinos a través de reducción de impuestos”.
En un momento alguien del público gritó “que cante” y Milei respondió “hoy no, la próxima”. El presidente tuvo elogiosas palabras para el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, que fue ovacionado y a quien describió luego del Luna Park del 22 de mayo como un “rockstar”. Tratando de hacer memoria cuándo en Argentina un ministro de Economía fue ovacionado, no hay registro.
Mientras el presidente hablaba, los diputados Luis Espert y Lilian Lemoine se pararon en sus sillas y arengaban a la gente. Fueron los más divertidos de la jornada. Un legislador cordobés que prefirió no dar su nombre dijo: “Los libertarios estaban en Disney”.
En ese ida y vuelta de Milei con la gente, el presidente en uno de los momentos en los que fue interrumpido por las arengas, mirando a la multitud dijo: “¿Se dan cuenta que estamos frente a un cambio de época?”. Ovación.