Cada vez que un ministro, gobernador, intendente, legislador, nombra un agente público en planta permanente debería advertir -y dejar constancia en el mismo acto- que está haciendo asumir a toda la sociedad -presente y venidera- un costo fijo pesado. Muy pesado, cuando se hacen los números de su “valor de por vida”.
El legislador provincial Javier Bee Sellares hace la siguiente cuenta:
Entre 2005 y 2015 el Gobierno de la Provincia de Córdoba incrementó su planta de personal en 30.715 empleados (2005 – 2015) según la Dirección Nacional de Coordinación Fiscal con las Provincias.
Leé también: Puf… el valor de por vida de cada empleado público es de $ 40 millones (cada uno, ¿eh?)
Cada una de esos nombramientos -en promedio- generará un costo en su vida activa alrededor de $ 18 millones de pesos a precios actuales en concepto de salarios, cargas sociales y gratificaciones.
Cuando se jubile, tomando la esperanza de vida de la OMS para América que es de 75 años, habrá costos de otros $2 millones de pesos a precios actuales.
Así, contratar un empleado implica comprometer unos $20.000.000.
Multiplicando agentes nombrados por costo salarial/jubilatorio tenemos: 20.000.000 x 30.715 dan los $ 620.000 millones.