"Aportar desde ese monto implica evitar el pago del 10% el impuesto especial del blanqueo -15% después del 31 de diciembre- y participar de la rentabilidad de estos instrumentos; ya sea una rentabilidad incierta -donde participás como accionista y vas éxito del proyecto- o una renta fija, donde el FCI financia un proyecto con el cual el retorno para el inversor es más seguro. Año tras año el inversionista recibe esa renta y al cabo de 5 años recupera el capital", explica Anibal Casas Arregui, titular de SyC Inversiones.
Hoy por hoy la mayoría de los FCI otorgan una rentabilidad fija -después de impuestos- de entre el 6 y 7% a los que hay que sumarles el 2% anual por el ahorro de la penalidad del blanqueo. Es decir, alrededor del 10% anual en dólares. Siempre, sabiendo que el capital estará inmovilizado por un lustro.
Los de renta variable la rentabilidad puede promediar el 13%, pero el riesgo aquí es mayor.
¿Y para pequeños inversores?
"Estos mismos fondos abrirán cuotapartes para inversores que no son del blanqueo y son interesantes como herramienta de diversificación de la inversión", señala.
Cabe señalar que el acceso a los fondos comunes de inversión tradicionales (abiertos), también permite al pequeño inversor obtener resultados en dólares muy interesantes. (GL)
Fondos Comunes, oportunidad para grandes inversores que blanqueen: renta desde el 10% anual en dólares
La ley de blanqueo prevé que haya Fondos Comunes de Inversión cerrados que permitirán participar a inversores que tienen un capital importante -a partir de US$ 250.000- sin pagar la penalidad. La condición: dejar el capital inmóvil durante un lustro. Detalles, a continuación.