Ahora, en lugar de ensuciarse con tinta, Pablo Lencioni lo hace con tierra: se dedica a cultivar una amplia variedad de especies vegetales, incluidas algunas exóticas en su propio vivero.
A muchos desprevenidos le sorprendió la decisión de Pablo de abandonar su etapa “más prolijita” en la imprenta, pero para él este cambio representa un nuevo comienzo “más genuino”. "Siempre amé la naturaleza y el arte. Tengo recuerdos desde niño con mi mamá enseñándome de plantas", asegura.
Buena Vida está en el corazón de Manantiales 2 (el mega emprendimiento de Grupo Edisur) y ofrece una amplia gama de plantas, algunas muy exóticas: desde especies tropicales hasta árboles asiáticos.
Antes de llegar a construir el vivero, Lencioni había fundado una productora de arte “que les dio muchas satisfacciones pero que demandaba mucha energía”. De hecho, la idea del vivero surgió mientras hacía una intervención artística con su coequiper Silvana Santanoceto: “Estábamos con Silvana haciendo un mural en D’Errico, al frente de la Policía, y se nos clavó la grúa a 15 metros de altura. Entonces, mientras estábamos sentados y nos pasaban los lomitos, le digo: ‘Che, ¿hasta qué edad vamos a hacer esto? Porque si bien me siento recontrajoven, no sé si a los 60 me voy a seguir subiendo a un andamio o grúa a 20 metros, qué sé yo”. Y como siempre le gustaron las plantas, “siempre nos contamos que nuestras madres nos llevaban de chiquitos a los viveros, le digo: ‘che, ¿por qué no nos ponemos un vivero creativo, un vivero donde demos talleres de arte?’ Y de ahí nació la idea”.
Plantas + eventos
En el mismo predio donde tiene el vivero, tiene planes de acondicionar un domo con el que cuenta para sumar un bar y organizar eventos como degustaciones de vinos. También está explorando la posibilidad de ofrecer talleres de arte en el vivero. Su enfoque en el negocio es personalizado y artístico.
Who no ha muerto
“La productora sigue existiendo todavía, peo con otro ritmo de producción de ideas artísticas”, se sincera.
El del vivero sigue siendo como un negocio muy vinculado también al arte, porque se trata de un trabajo súper personalizado como es el de la parquización. “Y lo que es la parte del paisajismo, es muy artístico, muy creativo, que es la parte que yo siempre hice, incluso en la gráfica que me encargaba del packaging”, culmina.
La diferencia es que hace unos años atrás “estaba de punta en blanco y ahora voy a una reunión así” (de remera y en ojotas).