“En la cantidad de pacientes que han venido acá durante estos 20 años hemos notado en el último tiempo -independientemente del programa de salud que realizan, para bajar de peso, para bajar el nivel de estrés, para dejar de fumar, para diabéticos- un elevado grado de intoxicación producido por alimentos y el exceso de fármacos”, describe crudamente Miguel Cané en diálogo con InfoNegocios durante la celebración de los 20 años de La Posada del Qenti .
IN-¿Y cómo se detecta? ¿A través de análisis?
MC- Claro. Y vemos cómo a través de actividad física y de buenos hábitos de vida uno puede ir reduciendo el consumo de fármacos y mejorar muchísimo su calidad de vida.
Con respecto a la industria farmacéutica, una de las grandes corporaciones, el tema es muy significativo. Están gastando fortuna en investigación para producir remedios para personas que tienen enfermedades crónicas pero muy poco para curar. Hay exceso de remedios en muchos casos. Vemos acá tanto diabéticos como cardíacos, personas estresadas que están sobremedicadas y eso no es gratis.
Es lo mismo con el tema de la mala alimentación. Hace 20 o 30 años comienza a industrializarse todo lo que es la alimentación. Hoy están apareciendo enfermedades como obesidad –que ya es una pandemia-, diabetes, ACV, alzheimer, párkinson, toda una cantidad de enfermedades que tienen una relación directa con la mala alimentación. Hoy a los alimentos se les ponen muchos químicos, conservantes colorantes y saborizantes, eso hace disfuncional a la función metabólica, que es la que tiene que procurar que tomemos los minerales y vitaminas que el cuerpo necesita y desechar lo que no necesitamos.
Así que esas dos grandes corporaciones, la industria alimentaria y la farmacéutica, capitales que se nutrieron de capitales que venían de la industria tabacalera, son las que hoy nos están produciendo esto (no todas, siempre hay excepciones, hay industrias que tienen un alto grado de conciencia de hacer saludables sus cosas, lo mismo que la industria farmacéutica, pero hay que tener cuidado). Una de las cosas que hacemos acá es tratar de controlar, minimizar y por supuesto crear buenos hábitos de vida, que es lo que puede llegar a facilitar llegar a una tercera, cuarta y quinta edad -personas que van a llegar a los 100 años- con una mejor calidad de vida y no estar postrado.
IN- Por ejemplo hay industrias que ya están utilizando endulzantes naturales o que van a reducir el uso de azúcar en sus productos…
MC- En Nueva Zelanda el año pasado se hizo un estudio en laboratorio con ratitas, se les puso cocaína y se les puso azúcar ¿a qué crees que se hicieron adictas? Al azúcar. Y estamos haciendo adictos a los niños, que ese es el problema. Azúcar, sal y grasa son los que hacen apetitosos los alimentos, entonces si yo excedo el azúcar en una bebida o en una comida o la sal o le pongo grasa son más ricos. Pero se puede hacer una degustación de comida y bebida saludable y riquísima, sin azúcar, sin sal y sin grasa, que son -independientemente de los químicos, conservantes, saborizantes y colorantes- los que hacen nociva la alimentación.
Hoy en Estados Unidos hay niños de 12 años con diabetes. No estamos preparados para tratar diabetes en niños, estamos preparados, y todos los protocolos de atención, para atender a diabéticos en una edad avanzada donde se produce sobretodo la diabetes tipo 2. Hoy estamos con niños con diabetes y no hay todavía experiencia de cómo tratarlo, porque no es solamente equilibrar con una medicación el azúcar en la sangre. La diabetes produce problemas renales, problemas en la vista, problemas circulatorios, es muy serio el tema de la diabetes.
IN- ¿Y cómo se encuentra Argentina con respecto a eso?
MC- A nivel de alimentación mucho mejor que en otros países. Yo vengo a veces azorado de cómo un país como Estados Unidos tiene tan poco cuidado con el tema de la alimentación y como se excede con el tema de fármacos aún de venta libre. Hay shoppings y negocios enormes de productos de venta libre, suplementos dietarios atendidos por chicas o chicos muy aspectados pero que conocen nada de lo que están vendiendo. Es horrible lo que está pasando, la venta libre de un montón de cosas sin saber si esa persona necesita o no ese suplemento dietario o si está apto y en qué medida.
Hoy aparentemente vamos al médico, y nosotros también somos culpables, digo como pacientes. Porque a veces nos preocupa más que el médico nos diga: ¿Doctor qué tomo? Más que ¿Doctor qué hago? Ese es el click que tratamos de hacer en la Posada del Qenti: buenos hábitos de vida y que las personas tomen conciencia de que hay que darle mucha más importancia a la calidad de las calorías que a la cantidad. Podés comer más si es de buena calidad lo que estás ingiriendo. Podés comer poco, pero si son pocas calorías y están contaminadas no sirvió para nada, actividad física y bajar el nivel de medicación que estás tomando. (AA)
Miguel Cané dice lo que nadie se atreve sobre la industria farmacéutica y de la alimentación
Miguel Cané no tiene pelos en la lengua. Es que el fundador de La Posada del Qenti ha visto (y sigo viendo) pacientes que llegan con problemas de obesidad y dependencias y se da cuenta de que la industria alimentaria y la farmacéutica son cada vez más parte del problema que de la solución.