La firma multinacional JLL realizó el primer estudio sobre esquemas de trabajo en Latinoamérica con información de 300 empresas en 13 países. A la fecha no existía un informe con alcance regional que permitiera a las empresas poner en contexto sus iniciativas y que sirviera de insumo para que propietarios e inversionistas anticipen tendencias y tomen decisiones estratégicas. El reporte cuantifica la transición de la presencialidad al trabajo híbrido, evidencia que la mayoría de las empresas enfrentan desafíos a la hora de aplicar sus políticas y sugiere que la búsqueda del esquema óptimo continúa para la mitad de las empresas.
En el reporte se expone: “Tanto antes como después de la pandemia, Argentina se destaca por su mayor adopción del trabajo remoto, al igual que ocurre entre las empresas de tecnología y en compañías con 100 o menos empleados”.
En el 85% de los casos la selección del esquema 100% presencial recae exclusivamente en el empleador, mientras que los esquemas con dos o más días remotos son resultado de común acuerdo en al menos el 50% de los casos.
Según Lionela Riccobelli, directora de Consultoría en Espacios de Trabajo de JLL, las medidas de aislamiento para contener la pandemia por COVID-19 forzaron la adopción generalizada del trabajo remoto en la mayoría de los países del mundo, “esquema que luego de cuatro años ha retornado a su nivel inicial en Latinoamérica”.
Antes de la pandemia dos de cada tres trabajadores asistían a la oficina cinco días a la semana, mientras que el trabajo remoto era usado por solo el 8% de las empresas. “En la actualidad, solo una de cada cinco empresas en Latinoamérica requiere asistencia a la oficina todos los días de la semana, equivalente a un tercio del nivel pre pandemia. En contraste, el trabajo híbrido se triplicó”, refuerza Riccobelli.
Una de cada cinco empresas en la región no cuenta con una guía o política establecida respecto a los esquemas de trabajo. El porcentaje restante se divide entre políticas locales, regionales y globales. El 47% de las empresas adaptan sus políticas a cada país, lo que les permite responder a la regulación local, la división de departamentos a nivel geográfico y las diferencias culturales. Por su parte, el 56% de las empresas globales aplican políticas transversales para todos los países en que tienen presencia.
Algunas proyecciones para Argentina son en el uso escalonado del esquema híbrido en las empresas. Actualmente el 72% de adopción de esquemas de trabajo híbrido en Latinoamérica supera por un amplio margen al resto de las regiones. Esto podría atribuirse al balance entre una arraigada cultura de trabajo presencial y soluciones acordes a los desafíos urbanos de las grandes ciudades latinoamericanas en materia de transporte público y congestión vehicular.