Consideran que son la lomitería más antigua de Córdoba que aún perdura (otros locales abrieron antes que ellos pero ya cerraron sus puertas).
Hugo Nalino comenzó a producir lomitos el 30 de octubre de 1978. Desde entonces, el local que instaló en su casa nunca dejó de cocinar y armar el tradicional plato.
Hugo no empezó solo, contó con la ayuda de su mujer y Catalina Nalino (su hija) se incorporó a los 14 años.
El Candil fue creciendo hasta ocupar todos los espacios de la vivienda. Hoy cuenta con espacio para atender a 450 personas y con 22 empleados (algunos con 20 años de antigüedad).
La tercera generación de la familia se incorporó este año. Nicolás Leal, el hijo menor de Catalina, para empezar a mirar a futuro.
“Queremos estar más cerca de los cordobeses, ya que el consumidor cambió y muchos piden por delivery. El formato de restaurante que tenemos hay que actualizarlo, así que vamos a salir con formato nuevo de delivery y autoservicio”, anticipó Nicolás Leal a InfoNegocios.
La tradicional marca cordobesa planea abrir 3 locales a partir de 2019 con formato “craft” (autoservicio). “Serán locales de bajo costo para mantener una política de precios bajos pero manteniendo la calidad”, aclara Leal.
El primero en Nueva Córdoba, uno en Barrio General Paz y otro en el Cerro.
El Candil arma un lomito en 12 minutos y el proceso es completamente artesanal. Desde la preparación de la carne hasta las papas fritas. Recientemente incorporaron el lomito de pollo a su tradicional carta.