Si se pregunta en confianza a CEOs y gerentes de capital humano, el trabajo 100% remoto es inviable para la gran mayoría de las industrias. En tanto, el 100% presencial es todavía resistido por muchos empleados, aunque hacia allá se mueve (vuelve) el péndulo.
Formatos 4x1 (un día home office), 3x2, 2x3 y 1x4 (uno solo día en la oficina) se combinan en el 31% de los empleados (de grandes empresas) que releva el trabajo de Randstad en Argentina y otros 31 países del mundo.
“La experiencia de los últimos cuatro años nos dice que no existe un enfoque único que sirva para todos. Sin dudas la flexibilidad es una prioridad para muchos trabajadores, al igual que las necesidades de las compañías en términos de productividad, generación de vínculos y transmisión de la cultura y valores organizacionales que se da con el trabajo presencial. Por eso, es clave que podamos mirar la demanda de flexibilidad de una manera más amplia, más integral, que vaya mucho más allá del trabajo remoto, de modo de poder incluir a la gran mayoría de los colaboradores”, resume con sabiduría Andrea Ávila CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay.
Los datos de los últimos años indican que en 2023 el 66% de los consultados afirmó trabajar cien por ciento de manera presencial, durante 2022 esta cifra se ubicó en el 65% y durante 2021, aún bajo medidas restrictivas debido al Covid-19, solo el 35% de los trabajadores asistía a tiempo completo en forma presencial a su trabajo.
En ese 31% que trabaja en forma remota, solo 9 puntos porcentuales corresponden a teletrabajo tiempo completo (sin ir a la oficina), con 22 pp de formatos híbridos.