“Todos venimos de escuelas técnicas y teníamos la inquietud de hacer algo para seguir juntos. Al principio nos dedicábamos a otras cosas vinculadas a la electrónica, pero de a poquito nos fuimos abocando a los ascensores y aquí estamos hoy”, recuerda Julio Carreño.
Actualmente el negocio pasa por la fabricación, pero también por el mantenimiento de ascensores.