La obra se logrará gracias a un acuerdo entre las autoridades bancarias y el intendente, quienes cambiaron estratégicamente la histórica ubicación que tenía el terreno del banco a fin de preservar el patrimonio y descongestionar la zona céntrica ampliando de esta manera el radio de tránsito de la gente.
El terreno donde desde hace varios años el banco intenta construir la nueva sede fue adquirido en el año 1973 sobre calle Del Molino donde funcionaba un antiguo hotel. Sin embargo, cuando comenzaron con la obra, recién en el 2012, las excavaciones dieron con restos del patrimonio jesuítico y la autorización de la obra quedó en stand by luego de varias idas y vueltas. El sector está ubicado en el centro del conjunto jesuítico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2000. Lo encontrado fue un muro de más de 300 años de antigüedad.
Hace pocos días y luego de reuniones para revivir el proyecto, el intendente de la ciudad y el gerente del Banco Nación llegaron a un acuerdo para darle vida a un espacio que hoy está abandonado, trasladando así lo que iba a hacerse en la calle Del Molino a calle Padre Viera, a pocos metros del Tajamar.
"Lo que les planteé es hacer un paseo, que se abran las dos calles. Queremos hacer un paseo, de frente a frente. Abajo hay una cisterna enorme. Está bien estructuralmente. Lo que yo quiero hacer es limpiarla y hacer algo ahí, podría ser que llevemos muestras del Museo Arqueológico. De un lado estructuras para comercios, y del otro el nuevo banco. En el medio, la cisterna que se transformaría en un paseo cultural. Esto a cambio del otro terreno, el que está frente al Tajamar", explicó el intendente Marcos Torres quien manifestó la obra comenzaría en 2024.