Esta posibilidad de cambio obedecería a que los controles de capitales que pesaban sobre los inversores extranjeros hasta fines del 2015 han ido desapareciendo, se han ido generado condiciones más claras para hacer negocios en el país y, adicionalmente, se han sabido resolver las restricciones que primaban sobre los mercados.
La posibilidad de un ascenso en el status es muy factible. Básicamente pasamos a jugar de Primera C a Primera A en solo 2 años. Pasaremos a tener igualdad de condiciones con nuestros pares de Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, China y otros, cuando en la situación actual competíamos con con Jamaica, Trinidad y Tobago, Kenia, Zimbabue y similares.
¿Qué tan importante es esto, además del obvio cambio de categoría?
Pertenecer a una u otra categoría no es algo para ser tomado a la ligera. Cuando un país sube una de ellas significa recibir de manera inmediata grandes flujos de colocaciones por parte de grandes fondos de inversión. Por ejemplo, los mercados de frontera mueven cerca de 20 mil millones de dólares en inversiones, pero los emergentes mueven más de 2 billones de dólares al año.
El "ascenso" es muy importante. Forma parte de lo que será la tercera racha alcista de las acciones en la Argentina, desde que el mercado inició su recorrido en 2013 con un índice Merval acumulando una suba de 800%. Los flujos de inversiones que entrarían en activos argentinos en comparación con el tamaño actual del mercado harían que todo suba, incluso papeles que por fundamentos y valuación ya están caros. Esto es natural, ya que grandes fondos entrarían por obligación a comprar acciones argentinas.
En la cartera total de emergentes, la Argentina representaría alrededor del 0,4% del índice de emergentes mundial y 3% del latinoamericano, a la par de Perú o Colombia, esto implica alrededor de 5.000 millones de dólares que podrían entrar en acciones locales.
¿Cuándo surgirá real efecto este cambio?
Si el país es incorporado al período de consultas del MSCI para convertirse en un miembro de la cartera del índice de mercados emergentes, obtendría su recategorización recién en 2018.
Pero, como siempre, los mercados adelantan la noticia y actualmente gran parte de la suba que venimos viendo obedece a que está casi descontada la incorporación. Con lo cual, si bien esperamos una gran suba y un recorrido pleno para lo que queda del año en caso de confirmarse no sería una mala alternativa para aquellos inversores con menos tolerancia al riesgo que hayan atrapado una buena ganancia en este periodo liquidar parte de su tenencia en renta variable o bien asumir coberturas mediante instrumentos de futuros en Merval u opciones.