La decoración de interiores y la moda siempre fueron de la mano -tal como te lo señalábamos aquí con el estilo Delft de la porcelana-. En este caso, el animal print vino para quedarse no sólo en las prendas, sino también en las salas.
En Argentina el estampado de cuero es un must have en cualquier ambiente, incluso en los minimalistas ya que se trata de un material con líneas limpias y planas. Las piezas textiles que imitan la piel de vaca son más osados y ayudan a destacar determinada pieza o mueble.
Sin embargo, el animal print con cualquier estampado es bienvenido en cualquier casa siempre y cuando se respete la regla de oro fundamental: no excederse.
Según Liliana Mestanza de Fontanella Furniture existen una serie de consejos para no fallar en el intento de incorporar este estilo en el hogar:
- El animal print debe aplicarse a objetos puntuales de gran protagonismo como almohadones, alfombras, sillones, etc. Pero -destaca- no todos a la vez.
- Combinar los colores del estampado con los predominantes en la casa. Por ejemplo, un empapelado de cebra se amolda perfectamente a un ambiente con blancos y negros reinantes.
- No a la piel original. No sólo es ilegal la caza y venta de estos animales sino que “no está bien visto este estilo y causa rechazo”. Pues, uno no busca apropiarse de la piel en sí, sino de la belleza a nivel ornamental que se consigue con estampados textiles de imitación.
- No mezclar distintos estampados en un mismo ambiente.