Para instalarlas, se necesitan como mínimo 70 cm, que es equivalente al espacio de una ducha y ocupan 20 cm.
En un baño con ducha convencional, las mangueras (de la columna) se conectan al chicote sin el vástago. Es preciso que la vivienda tenga un termotanque de alta recuperación o una caldera, ya que consumen gran cantidad de agua -14 litros por minuto-; la otra advertencia es que hay que instalar una bomba de presurización ($ 1.500 más o menos) a la bajada del tanque o antes de la llegada del agua a la columna de la ducha. Se requiere asesoramiento para analizar el recorrido del agua, considerar el estado de las cañerías (en caso de construcciones entradas en años), entre otras cuestiones, para dar con una bomba acorde a las necesidades, ya que la ducha funciona con una presión de al menos 2.5 kg.
La marca Aloha (de Jacuzzi) ofrece gran variedad de modelos de acero, cuyo costo varía según cantidad de jets y accesorios extras, a partir de $ 7.000. Sin embargo ofrece una opción más económica en aluminio, a $ 3.000 con duchón cuadrado anticalcáreo, duchador de mano con funciones (tipo de chorro, temperatura, etc.), una repisa de vidrio templado con soporte cromo, y ocho jets.
A su vez, en Vanguardia de Savino & Asociados también trabajan con Hidrozono (nacional), que fabrica columnas de ducha con presurizador de 4 kg incorporado, estructura de acrílico antisarro, con 10 jets, $ 15.000, la instalación es más sencilla pero el diseño es más básico.
Duchas con presión extra
(Por Sara Bongiovanni) Las columnas de duchas son una tendencia en alza, sobre todo en los baños contemporáneos. La mayoría de los modelos no desarmonizan el entorno por lo tanto es posible con algunos “injertos” –por ejemplo incorporar una bomba de presurización- y convertir tu baño convencional en una sensacional sesión de masajes.
Los más difundidos son los fabricados por la marca Aloha (de Jacuzzi) con diseños en extremo lineales, de acero y según el modelo, con diversas prestaciones.