El espacio pone de relieve el compromiso de la empresa que privilegia al máximo los valores de la sustentabilidad, y en definitiva lo que dio forma a la idea original: “Bosque Masisa, con un claro en el bosque, con un capullo en el claro”.
De esta manera, la arquitecta Herrero interpretó la historia textil e industrial del edificio y en esa tarea confluyeron el pasado y el futuro.
Para lograr ambas premisas, es decir destacar los valores de Masisa e interpretar la historia de la fábrica se refuncionalizó este sector de la antigua estructura industrial y se lo convirtió en un lugar de encuentro y de difusión. Y, sobre todo, de permanencia.
Masisa fabrica tableros de MDF, aglomerado, melaminas y molduras, y en el caso del “Auditorio” se hizo con un monomaterial: los tableros Masisa, que envuelven el espacio con delgadas placas que se repiten y van rotando suavemente logrando un ritmo armonioso. Placas más bajas y de alturas variadas rotan para entrelazar la estructura que sostiene los asientos, también realizados con tableros.
A su vez, el pasado se refleja en la huella que se dejó a propósito: losas armadas sin vigas y las columnas de hormigón octogonales.
Esta sinergia perfecta fue destacada por el jurado de Casa FOA 2012 quien atribuyó el premio Medalla de Plata a la Arquitectura y Diseño de Interiores Mercedes Malbrán de Campos y el Premio Casa FOA y Masisa "A la mejor aplicación de producto".
Melodías materiales
(Por Sara Bongiovanni) Para cerrar el recorrido por el diseño 2012, qué mejor que presentar el “Auditorio” de la arquitecta Paula Herrero para Casa FOA Molina Ciudad, de la mano de Masisa, la empresa líder en la producción de tableros de madera para muebles y arquitectura de interiores. La unión de Herrero con Masisa expone el compromiso de ésta con el desarrollo sustentable, y una exquisita obra que sintetiza arte y función, resuelta en su totalidad con un único material.