Citroën y Cesvi alertan sobre los peligros del tuning
(Por José Manuel Ortega) ¿Es el tuning malo en sí mismo? Sin dudas no lo es, pero su práctica sin cuidados puede ser peligrosa.
Preocupados por esta problemática y apuntando a reducir los altos índices de siniestralidad de nuestro país, Cesvi y Citroën analizan los principales inconvenientes que pueden ocasionar los autos tuneados.
Una de las transformaciones más requeridas por los clientes es el rediseño de los paragolpes. En la búsqueda de espacios se descuidan otros factores determinantes para la protección, como la eliminación del alma del paragolpes o del absorbedor de impacto.
Muchos eligen no utilizar los neumáticos y las llantas de 13 pulgadas recomendados por los fabricantes y optan por aros más grandes (de 18´, por ejemplo) y cubiertas de perfil bajo. Sin embargo, en este tipo de neumáticos con talón bajo, hay que tener mayor precaución al circular debido a que nuestras calles y rutas se encuentran con imperfecciones y en mal estado.
La polarización de vidrios con láminas no es sólo una problemática de los vehículos personalizados, pero la mayoría cuenta con películas que infringen los parámetros normales y permitidos. Films que impiden entre el 65 y el 70% el paso de la luz -la ley permite hasta un 25%- son un peligro constante entre los tuning, que se potencia aún más en condiciones de lluvia o durante la noche debido a la reducción de la visibilidad.
Woofers encajonados, amplificadores, capacitores, equalizadores, paneles, tweeters, unidad de control, consola de videojuegos, pantallas de LCD, luces de neón, leds conectados a los altavoces y lámparas flash son parte del equipamiento de los habitáculos. De más está decir que los excesivos decibeles, las fuertes luces y los mini monitores son dispositivos de distracción al momento de transitar, ya que el conductor queda inmerso en una cápsula sonido-lumínica aislada totalmente del exterior.
Las lámparas de los faros, más los iodos que suelen adherir a los paragolpes o al capot (tipo rally), también pueden inducir un incidente. En el caso de las luces traseras hay casos extremos: el haz es tan fuerte que encandila a los que vienen atrás, o es tan débil que recién se visualiza el auto a escasos metros, los cuales pueden ser insuficientes en una autopista o ruta para frenar a tiempo.
El catalizador está ubicado en el caño de escape, antes del primer silenciador, y su principal función es transformar químicamente los gases nocivos que emite el motor para hacerlos menos contaminantes. A pesar de esto, uno de los mitos populares promueve la eliminación del catalizador.
Sin dudas, se trata de otra de las tantas creencias falsas que existen en la industria automotriz. Siempre que el catalizador se inutilice por cualquier tipo de falla, el usuario del vehículo deberá reemplazarlo por otro, no eliminarlo.