Se acercan las vacaciones, ¿cómo andan tus cubiertas?
(Por José Manuel Ortega) Es cierto. Deberíamos mantener nuestro auto en condiciones todo el año, pero en vacaciones los factores de riesgo aumentan. Las cubiertas y su dibujo juegan un papel muy importante.
Las cubiertas y su estado tienen un papel protagónico en esta película.
La revista Autobuild publicó un estudio referido a frenadas ante distintas situaciones y profundidades del dibujo.
Enfocaremos la respuesta de las cubiertas ante pisos mojados, en función de la profundidad del dibujo. Dejamos de lado otras cuestiones muy importantes como el desgaste desparejo, la falta de alineación y balanceado, presión de inflado, etc.)
La profundidad tiene que ver con el comportamiento de la cubierta -y por ende del vehículo- sobre piso mojado. El agua debe escurrir de alguna forma, y estos “canales” derivan el agua hacia afuera, permitiendo un mejor apoyo al piso.
Se acepta como mínimo una profundidad de 1.6 mm. Les sugiero tomar una simple regla milimetrada y verán que esa profundidad es realmente “mínima”.
El dossier de Autobuild muestra el comportamiento del vehículo en tres situaciones: distancia de frenado con tormenta, con lluvia torrencial y la velocidad de comienzo del aquaplaning (a qué velocidad comienza a manifestarse el fenómeno, cuanto más alta, mejor). A su vez las pruebas contemplaron cubiertas con distintas profundidades de dibujo. Y los resultados son categóricos y –diría- sorprendentes.
Mientras que una cubierta con 8 mm de profundidad (nueva) consigue detener el vehículo en algo menos de 65 metros con tormenta y en 70 metros con lluvia torrencial, y manifiesta el aquaplaning a partir de los 100 km/h, otra con 5 mm de espesor, para las mismas pruebas, se detendrá en más de 70 m, 87 m y el aquaplaning aparecerá a partir de los 61 km/h.
Si probamos el comportamiento de un neumático con los 1.6 mm mínimos aceptados, frenará en 123 m y 182 m para las primeras pruebas, mientras que ya a 55 km/h entrará en acción el temido fenómeno de pérdida de agarre.
Números más que elocuentes. Una cubierta con los “reglamentarios mínimos” 1.6 mm se detiene casi en el doble y triple de distancia que una nueva, bajo tormenta y lluvia torrencial, y la flotación comienza a casi la mitad de velocidad.
Como conclusión, el estudio demuestra que la profundidad mínima aceptada es claramente insuficiente. Algunos fabricantes indican de 3 a 5 mm como umbrales de reposición.
Sí, debemos tener nuestro vehículo en condiciones todo el año, pero más aún con las vacaciones en el horizonte; controlemos el desgaste de las cubiertas para evitar situaciones desagradables, sobre todo con suelo mojado.