Cada vez más personas eligen viajar de vacaciones con sus mascotas, una experiencia que puede ser muy positiva si se hace de manera responsable. Sin embargo, trasladar perros o gatos en auto implica cuidados específicos, ya que está en juego tanto la seguridad del animal como la de todos los ocupantes del vehículo.
La legislación nacional es clara en este punto: las mascotas deben viajar en un lugar fijo, sin posibilidad de moverse libremente por el interior del auto. Esto evita que puedan desplazarse hacia la zona del conductor, interferir en la visibilidad o provocar distracciones que deriven en un accidente.
Otro aspecto clave es la duración del viaje. Si el perro o gato es nervioso o no está acostumbrado a trayectos largos, lo recomendable es consultar previamente con el veterinario. Bajo ningún concepto se debe sedar o medicar a la mascota sin indicación profesional, ya que puede ser riesgoso para su salud.
También es importante tener en cuenta el tamaño del animal: no es lo mismo trasladar un perro pequeño que uno de mayor porte. En todos los casos, el objetivo es generar un ambiente calmo, con el animal correctamente sujeto, buena ventilación y paradas programadas para que pueda hidratarse y relajarse.