La banca móvil está en pañales y su desarrollo depende de acuerdos entre jugadores críticos
Salvo algunas excepciones, el sector financiero uruguayo no se ha subido a la tercera ola para dar servicios a través de los smartphones, el único dispositivo que llevamos con nosotros a casi todos lados (dicen que lo miramos cada 5 minutos), tienen una penetración superior al 150% mientras que el público bancarizado apenas alcanza al 40%. El canal está creado pero el gran desafío es entender al cliente, anticiparse a una necesidad financiera, y generar acuerdos entre los distintos integrantes del ecosistema. Esta afirmación corresponde a David Goslin, director de Estrategia & Operaciones de Deloitte en Nueva York, que vino invitado por Deloitte Uruguay para dar una charla sobre las oportunidades de la bancarización y la banca móvil.
Salvo algunas excepciones, el sector financiero uruguayo no se ha subido a la tercera ola para dar servicios a través de los smartphones, el único dispositivo que llevamos con nosotros a casi todos lados (dicen que lo miramos cada 5 minutos), tienen una penetración superior al 150% mientras que el público bancarizado apenas alcanza al 40%. El canal está creado pero el gran desafío es entender al cliente, anticiparse a una necesidad financiera, y generar acuerdos entre los distintos integrantes del ecosistema. Esta afirmación corresponde a David Goslin, director de Estrategia & Operaciones de Deloitte en Nueva York, que vino invitado por Deloitte Uruguay para dar una charla sobre las oportunidades de la bancarización y la banca móvil.