A fines del siglo XIX, los hermanos Lumiere empezaron a trabajar en algo que parecía imposible para ese momento: La posibilidad de “fotografiar” imágenes en movimiento. Ese concepto de prender y apagar una imagen para que genere el efecto de movimiento que nació hace ya más de un siglo con el cinematógrafo fue evolucionando; y con el paso del tiempo llegaron las televisiones de tubos, y el refresco se pasó a hacer a través de líneas y columnas. Hoy en día se usan técnicas avanzadas, pero que aún se conectan con ese principio original patentado en 1895.
Entonces ¿qué es la frecuencia de actualización?
Los Hercios de una pantalla son la cantidad de veces que se prende y apaga por segundo. Las de 60Hz lo hacen 60 veces, las de 90Hz, 90 veces y así sucesivamente. Si hay un movimiento, cuando vuelven a prenderse, actualizan lo que vemos. Ello ocurre gracias a la comunicación constante con la GPU, el chip que se encarga de “decirle” a la pantalla qué tiene que proyectar. Si, todo eso en milisegundos.
Beneficios
A más alta la taza nos encontraremos con animaciones más fluidas y un desplazamiento armónico, sin perder detalles. Eso incluye a la mayoría de las acciones que realizamos durante el día, como “scrollear” en busca de un contacto, una foto, leer noticias, saltar de una aplicación a otra o navegar por una red social.
Y si de jugar se trata, el beneficio es todavía más claro: No se pierde detalle alguno de lo que ocurre en la pantalla, un punto clave para los juegos en donde se necesita reaccionar lo más rápido posible ante cada acción. Entonces, a más Hz, mejor experiencia de pantalla.
¿Eso no consume más batería? Sí, ya que el dispositivo requiere más recursos para ofrecer una actualización más rápida, pero claro, no es algo que no hayan pensado los fabricantes.
A modo de ejemplo tenemos el moto g20, un celular accesible con una pantalla de 90Hz que incluye una batería de 5,000 mAh, suficientes para más de dos días de autonomía. En el caso de Motorola, las pantallas de 90Hz solo estaban presentes en la alta gama, dentro de la familia motorola edge y también en el moto g100, para llegar ahora a los moto g30 y g20. Al configurar la pantalla del dispositivo, las personas pueden elegir la frecuencia de actualización que deseen, 60Hz o 90Hz.
Las pantallas de 90Hz elevan 50% la tasa de refresco y percepción de fluidez ante las generaciones anteriores de smartphones. El porcentaje es mayor en equipos como los moto g60s, que tiene un display de 120Hz, y los nuevos motorola edge pro y motorola edge 20, de 144Hz.