Córdoba, nuestra Córdoba, cuenta en su acervo popular histórico con numerosos mitos, cuentos y leyendas. Muchos de ellos han sido reproducidos con ánimo de infundir temor en auditorios desprevenidos, en noches de encuentros en torno a cualquier excusa y siempre bien regados. Tal vez el más popular sea el del Lobisón:
“El lobisón era un hombre alto, descuidado al vestir, huraño, con mucho pelo y de mal olor. La transformación ocurría a la medianoche de un viernes, o un martes de luna llena. Para convertirse, el hombre se quitaba la ropa, daba tres vueltas sobre el suelo y rezaba un Credo al revés. Era una bestia mezcla de cerdo y perro, de mirada centelleante, cuerpo y orejas grandes, peludo y de color negro o bayo. Al alba, volvía a la condición humana. También podía hacerlo cuando era herido con un cuchillo. Para protegerse de la bestia se necesitaba una ‘bala bendecida’, un ‘cuchillo bendecido con forma de cruz’, una linterna con ‘pila bendecida’ y una alpargata”, cuentan las crónicas de esta leyenda que en el otoño de 1985 mantuvo en vilo a todo barrio San Vicente, junto al cementerio homónimo.
La misma barriada conoce la historia milagrosa de “La Ramonita”, una mujer que vivió en los 60, tuvo un trágico final y que a su última morada acudían a pedir favores cientos de cordobeses.
Los tiempos avanzan y hoy en Córdoba nada produce más miedo en el inconsciente colectivo que una tarjeta Red Bus con menos de $ 4,10 en su haber. Peregrinar hasta encontrar un kiosco donde recargarla y que además al encontrarlo, éste cuente con saldo para poder hacerte el grandísimo favor… A veces pienso que si el purgatorio existe, es una avenida con cientos de kioscos que recargan la Red Bus pero que nunca tienen saldo.
Y ya que aquí hablamos de tecnología, te cuento que en Chile se utiliza un sistema idéntico al nuestro y que además de poder recargar la tarjeta en kioscos y estaciones de subte :-(, hay numerosos “cajeros automáticos” donde uno inserta la tarjeta y los billetes y ¡zas! tarjeta recargada.
Pues bien, uno de los pocos placebos con que podemos contar aquí es la web de Red Bus, la cual permite registrar la tarjeta (asociarlas con un número de documento) y conocer el saldo, eso sí, siempre con 24 horas de retraso, es decir, nos dice el monto restante de acuerdo al último viaje o carga realizados el día anterior.
Utilizando la misma base de datos de ese sitio, existen dos aplicaciones para Android que suman la comodidad de acceder a ese servicio desde el celular. Son Saldo Bus Córdoba y Transporte Urbano Córdoba, desarrolladas por Speryans y DigiBox respectivamente. Ambas con una interfaz simple e intuitiva permiten registrar las tarjetas para luego poder conocer su saldo, repito, al día anterior.
Las dos funcionan con solvencia (siempre que la web de Red Bus esté activa) y ocupan una pequeña porción de la capacidad de almacenamiento del teléfono, 2,57 Mb en el caso de Red Bus Cba y 2,65 Mb es lo que requiere Saldo Bus, por lo cual, vale descargarlas y en todo caso quedarse con la que más nos agrade.