La implementación de tecnología en una empresa puede mejorar, optimizar o cambiar procesos pero de por sí es incapaz de transformar una organización; para ello es necesario que el cambio se de en las personas y en la cultura de la misma.
Por supuesto que la incorporación de software y tecnología para capturar datos de clientes o desarrollar sus canales digitales son una de las herramientas más importantes pero existe un dicho que dice “La tecnología no hará el trabajo por ti”. Hoy la mayor parte del presupuesto se destina a la incorporación y desarrollo de tecnología pero del otro lado debe haber recursos humanos capaces de explotar esas herramientas, ellos son los que lograrán que la tecnología transforme digitalmente la empresa.
El trabajo que se debe realizar en la capacitación, formación de las personas y hasta en reorganizar el organigrama es primordial a la hora de encarar un proceso de transformación digital.
Cuando el cambio no sucede desde la cultura el resultado es una empresa que va probando y cambiando sus herramientas tecnológicas de acuerdo al proveedor de paso o al líder a cargo en ese momento de la empresa. La inversión se convierte en un gasto, las expectativas nunca se alcanzan y lo peor es que la empresa se atrasa en un mercado en el cual lo que más hace falta es tiempo, donde todo se da de manera vertiginosa.
Los empresarios y líderes de las empresas deben comprender que adoptar una actitud de aprendiz y de humildad es fundamental, todo ha cambiado muy profundamente y la capacitación permanente debe ser algo natural en cualquier organización. Y por si fuera poco los expertos afirman que no es posible determinar desde el inicio a dónde se quiere llegar con la transformación, es un camino que hay que ir recorriendo donde el aprendizaje y los cambios futuros pueden ir cambiando el panorama.
Muchas organizaciones optan por incorporar talentos externos de industrias más modernas y dinámicas, pero eso de nada servirá si no hay un ambiente preparado para el cambio y abierto a aprendizajes y nuevos desafíos.
La transformación digital no es sencilla, tampoco hay un plan al que seguir para garantizar el éxito y en la mayoría de los casos tampoco habrá conocimiento en la organización para encararla, pero lo que es seguro es que no es una opción sino una obligación para mantenerse competitivas y encarar un futuro cercano muy diferente al presente.