Para quienes nacieron en la era del teléfono de línea y la máquina de escribir, Internet ha sido la apertura a un nuevo mundo. Una revolución que cambió la forma de trabajar, de comprar, de vivir y de amar.
El amor ha cambiado en los últimos años tan vertiginosamente como la tecnología. Las generaciones que han incorporado internet en la adultez aún se están acomodando a los cambios. Hasta no hace mucho tiempo, sobre todo en América Latina, vincularse en línea estaba teñido de prejuicios y temores.
En paralelo al desarrollo tecnológico acelerado, las nuevas generaciones empezaron a naturalizar el contacto con otros online y ayudaron en este tránsito a sus padres, personas que no son nativas digitales.
Antes, había que esperar la flecha de Cupido, una presentación de amigos, una salida nocturna o una mágica coincidencia para que el amor uniera a dos personas. Hoy es tan sencillo como registrarse en una app y dejar que actúen los algoritmos y los filtros de búsqueda. Las citas en línea son hoy la segunda forma en que se conocen las personas heterosexuales y la primera en que lo hacen las personas de orientación gay.
Con el aumento del promedio de vida y el cambio vincular, la mayoría de las personas tienen al menos dos relaciones sentimentales significativas en el transcurso de su vida. De acuerdo a una encuesta del Pew Research Center en Estados Unidos, más del 15 % de los adultos norteamericanos ha usado portales de citas o sus apps. De acuerdo al estudio Solteros en Latinoamérica de Match.com, la mayor cantidad de solteros que busca pareja en el sitio son personas de 50 a 59 años (42%), seguidos por personas de entre 40 y 49 años (29%).
Conocer a alguien en línea es hoy algo frecuente: cualquiera tiene un amigo, un familiar o un compañero de trabajo que se ha vinculado vía Web. De acuerdo al estudio antes mencionado del Pew ResearchCentre, 6 de cada 10 personas aseguran que las apps de citas son una buena forma de conocer gente y 47% coincide en que es más fácil y eficiente que otras maneras de vincularse. Los usuarios de Match.com toman un promedio de una semana para pasar del encuentro en línea al conocimiento cara a cara.
Hoy aparecen nuevas problemáticas vinculares, la mayoría de ellas ligadas al mal manejo que podemos llegar a hacer de la tecnología. Quienes recién se conocen transitan cuestiones como el “ghosting” (fantasmeo) y “mosting” (pasar de demostraciones exageradas de amor al silencio absoluto).
Las parejas consolidadas tampoco escapan al impacto de la tecnología en sus relaciones. De acuerdo a estadísticas de Match.com entre sus usuarios latinoamericanos, el 48% de las personas cree que las redes sociales pueden arruinar una pareja, siendo mayor la proporción de hombres (65%) que de mujeres (35%) que piensa así.
El “phubbing”, ignorar a la pareja por usar el celular, es una conducta cada vez más común. La tentación de la infidelidad está más al alcance de la mano. Sin embargo, cuando hay una buena construcción vincular de base, no hay Facebook que sea capaz de desunir lo que el buen amor ha unido.
El internet ha revolucionado y cambiado las reglas de juego en todos los ámbitos de la vida, y el amor no es la excepción. Saber usar las oportunidad y ventajas que la Web brinda puede ayudar mucho a encontrar la pareja que siempre soñaste.