Te cuento de qué va esta idea. La Cápsula de Tiempo 2210 es un proyecto desarrollado por el Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con el soporte tecnológico y de comunicaciones de Telefónica de Argentina. En www.capsula2210.com, los usuarios pueden almacenar sus fotos, importarlas desde Facebook, guardar videos en HD, grabar audios testimoniales, geolocalizar cada uno de los documentos y participar de la primera entrevista interactiva realizada a través de un sitio online. El conjunto de archivos funcionará como un multitudinario legado a las generaciones futuras. Según la Sociedad Mundial de Cápsula de Tiempo (Time Capsule Society) en el mundo existen unas 10.000 cápsulas de tiempo, aunque la cantidad real probablemente sea 10 ó 100 veces mayor.
Esta Cápsula de Tiempo es un cilindro hermético de titanio de 3 metros y 250 kg que funcionará como receptáculo de 500 discos Blu-ray de alta resistencia que conservarán las copias de todos los documentos almacenados por los usuarios en el sitio en Internet (aproximadamente la capacidad de almacenamiento es de 12.000 GB). La forma de cilindro que tiene la cápsula de tiempo es similar a la primera del mundo creada por la empresa Westinghouse en 1939.
La cápsula, que cuenta con el apoyo de Clarin y Taringa , preservará de manera digital todos los contenidos que la gente suba a través del site. Esta iniciativa busca construir un nexo directo entre las personas de hoy y las del futuro, sin intermediarios. Es un facilitador para que cada persona pueda enviar a través de Internet un mensaje que parte hoy desde su computadora y que llegará a destino el 25 de mayo de 2210, cuando la cápsula de tiempo sea abierta (¿será?).
Se puede participar a partir hasta el 9 de noviembre. Durante estos casi 100 días se podrán subir fotos, videos y textos. Luego se desarrollará un período de aproximadamente 60 días en el que se realizarán las copias sobre los discos Blu-ray, para ser finalmente emplazada en un lugar público que será comunicado próximamente.
“Construimos un puente en el tiempo para comunicar a futuras generaciones la forma de vida actual. Una mirada sobre este mundo del 2010 llegará al 2210 como el legado mayor de nuestra cultura. La diversidad de las distintas manifestaciones individuales construirá el mosaico más cercano y trascendente de una época y una sociedad”, dijo Hernán Lombardi, Ministro de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
“Para Telefónica es un orgullo participar en el proyecto “Cápsula del Tiempo”, proveyendo la infraestructura tecnológica de nuestro Data Center para el almacenamiento de la información que los ciudadanos suban al sitio de la Cápsula”, expresó Ramón Ponce Gil, Director Corporativo de Comunicación e Imagen del Grupo Telefónica.
“La cápsula de tiempo es una oportunidad tecnológica única de contactar y mostrarle a la gente del futuro cómo fuimos. Es cierto que probablemente sea lo más durardero que dejaremos en el mundo”, comentó Julián Gallo, autor y director de la Cápsula.
Entrevistas Interactivas
En el sitio los usuarios podrán participar de la primera entrevista interactiva del mundo. Se trata de una experiencia periodística inusual que consiste en un cuestionario de 20 preguntas formuladas por la computadora como si alguien del año 2210 pudiera interrogarnos.
Existen dos maneras de guardar documentos en la cápsula. Una es de forma pública y otra privada. Los contenidos públicos podrán ser vistos por todos en el presente, será como subir un video a Youtube o una foto a Flickr. Los archivos publicados así serán sometidos a un sistema de moderación que aplicará las limitaciones que establecen los “Términos y Condiciones”. Básicamente la cápsula exige de sus contenidos públicos que sean aptos para todo público, respeten las leyes vigentes que regulan los derechos de autor, no pude haber contenidos discriminatorios a la condición sexual, racial o política de las personas, etc. Pero el usuario puede elegir también no ser moderado por nadie y almacenar de manera directa sus fotos, audios, videos o textos. En tal caso deberá elegir la forma privada. Así, sus archivos no se verán hoy, pero viajarán al futuro sin la intervención u opinión de nadie.
Tal vez ahí esté lo más sabroso del proyecto (en los mensajes privados) ya que “moderación mediante”, los contenidos que se envíen al futuro serán pulcros, limpios y puros, carentes de expresiones prejuiciosas o discriminatorias pero, si nuestros descendientes reciben una imagen así de profiláctica de nuestra actual sociedad ¿nos mostrará tal cual somos hoy? ¿no sería un simple engaño?