Cada vez que Microsoft tenía algo nuevo para presentar, todos nos preguntábamos ¿con qué saldrá Steve Ballmer esta vez? Y es que su histrionismo, su carisma, su desenvoltura delante de la gran audiencia casi que no se condicen con lo que estamos acostumbrados a ver del CEO de una tecnológica. Ni siquiera comparable con Steve Jobs cuyo encanto estaba relacionado más con lo parco de su postura, pero subyugaba a la audiencia con la firmeza de su discurso y lo profundo de su mirada.
Ni hablar de las actuales presentaciones de Samsung o LG, cuyos líderes coreanos no se caracterizan por su gran desempeño en vivo (claro que puertas de la oficina para adentro, la situación es bien diferente y los orientales allí, son indiscutibles).
Hasta Mark Zuckerberg (con sus inocultables ñoñez e inteligencia en idénticas dosis) resulta mucho menos impactante en sus presentaciones que las que supo realizar Ballmer.
Lo cierto es que el hombre en retirada confirmó su salida diciéndole a sus empleados:
Les escribo para hacerles saber que me retiraré como CEO de Microsoft en los próximos 12 meses, después de que se elija un sucesor. Nunca hay un momento perfecto para este tipo de transición, pero ahora es el momento adecuado. Mis pensamientos originales sobre el tiempo en el cual debía ocurrir mi retiro estaban situados en medio de nuestra transformación a dispositivos y servicios de la empresa que se centró en la capacitación de los clientes en las actividades que más valoran. Necesitamos un presidente que vaya a estar aquí en el largo plazo al mando de esta nueva dirección.
Este es un momento de transformación importante para Microsoft. Nuestro nuevo equipo de liderazgo es increíble. La estrategia que hemos generado es de primera clase. Nuestra nueva organización, que se centra en las funciones y áreas de ingeniería, es la adecuada para las oportunidades y los retos futuros.
Entre los posibles sucesores/as se mencionan a Julie Larson-Green actual vicepresidenta de Dispositivos y Estudios en Microsoft, Terry Myerson, vicepresidente de sistemas operativos, Kevin Turner, actual líder de las fuerzas de venta en la compañía, aunque también se especula con que el nuevo CEO no surja entre los actuales empleados de la empresa. En tal caso podría ser Stephen Elop, el hombre que comandando Nokia dio el gran giro de timón hacia Windows Phone, estrategia que todos ven como la más adecuada para la compañía finlandesa. También podría ser Sanjay Jha, un indio que es identificado como el artífice del resurgimiento de Motorola en el mundo móvil.
Sea quien sea, seguramente no nos divertirá como Ballmer desde el escenario aunque probablemente mantendrá más tranquilos a los accionistas de Microsoft.
Se va Steve Ballmer, el excéntrico CEO de Microsoft
(Por Eduardo M. Aguirre - @EduAguirre) El hombre de las presentaciones enérgicas, casi circenses, confirmó lo que muchos veían como inminente: deja de ser el nº 1 de la empresa creada por Bill Gates, que por su parte, tendrá voz y voto en la elección del nuevo CEO. Así Microsoft se prepara para la nueva etapa en la que todo será móvil, social y a la vez local.