En un hecho poco frecuente y auspicioso, los principales candidatos a gobernar Córdoba estuvieron ayer en la presentación de un documento que ACDE sintetizó con los lineamientos que deberían tener en cuenta los ganadores de la elección.
Aprovechando que Eduardo Accastello propuso “reducir o eliminar” las salas de juego, InfoNegocios consultó puntualmente a Juan Schiaretti y Oscar Aguad sobre este punto y dijeron:
Schiaretti: el juego nunca va a entrar a la ciudad de Córdoba y se va circunscribir a las plazas turísticas de la provincia.
Aguad: “lo vamos a anunciar en su momento”, se limitó a decir con una sonrisa. Uno de sus colaboradores anticipó que una propuesta estricta sobre esto será parte de su campaña.
Contexto
Miguel Angel Caruso es uno de los empresarios más ricos de Córdoba y -quizás- el menos conocido. Su emporio -el Grupo MAC- tiene muchas diversificaciones pero su “vaca lechera” es el juego, a punto tal que se puede dar el lujo de perder dinero con concesionarios de autos y otras “pantallas”.
A Algo Roggio lo conocemos todos, pero hace rato que adoptó bajo perfil y sus empresas pierden peso relativo en el país.
Caruso y Roggio se asociaron en 2012 para conformar CET SA, un negocio polémico porque involucraba inversiones en infraestructura turística (hoteles) a cambio de permitir salas de máquinas tragamonedas (en algunos puntos junto a los casinos oficiales).
Según el último informe publicado por La Voz, en la provincia hay 3.900 slots en 19 localidades que facturaron $ 1.100 millones en 2014. CET toma de eso 73% para gastos operativos y sus utilidades, de las que se desconocen cifras.