Argentina fue pionera en dar luz verde a las semillas genéticamente modificadas. La primera en aprobarse -allá por el ‘96- fue la soja RR (RoundUp Ready) producida por Monsanto. ¿Su virtud? Ser resistente a uno de los herbicidas más famosos: el glifosato.
La segunda, llegó unos 17 años después y fue la soja Intacta RR2 Pro®. Esta biotecnología dota a la semilla de un mecanismo de defensa frente a un grupo de insectos que ataca a la planta en diferentes estadíos.
La tecnología Intacta RR2 Pro® tuvo buena penetración en el norte del país donde la presión de plagas es generalmente mayor. Empero esa tendencia no se vio reflejada en la zona núcleo (este de Córdoba, sur de Santa fe y norte de Buenos Aires) porque allí la presencia de insectos es menor.
“A pesar de que para nosotros era una soja que rendía muy bien evidentemente para los productores no era un diferencial que sea atractivo en la ecuación”, señalan desde Bayer.
El nivel de penetración de Intacta RR2 Pro® no fue el que la firma había proyectado y eso impactó en la rentabilidad del negocio.
Desde la empresa, argumentan que fue debido a esto y a un plan de ajuste global de la compañía en el que han decidido rever todos sus negocios y actividades con el fin de reorientar sus recursos.
Así, Bayer deja un producto que no tenía crecimiento para meterse en “algo que le va a dar a la Argentina un diferencial en la forma de hacer negocios agrícolas”, anticipan.
¿Hacia dónde irán los recursos ahora?
Bayer apostará a la transformación digital en el campo (para una agricultura más eficiente) que incluye su plataforma para agricultura de precisión Fieldview; la plataforma digital Orbia (para comercialización de insumos y commodities) y la Iniciativa de Carbono (prácticas agronómicas sustentables).
Otra mirada
Ante la consulta de InfoNegocios, un ingeniero agrónomo cordobés comenta que a su parecer existen otros factores que tuvieron peso en la no incorporación de la tecnología: “En sus comienzos había cierta insatisfacción por los resultados obtenidos porque si bien la tecnología venía a resolver cuestiones importantes respecto del manejo del cultivo, el productor no veía reflejada la mejora en rinde”.
“Una vez que la Intacta RR2 Pro® logró equiparar rindes con sojas que no contaban con esta biotecnología, surgió un nuevo obstáculo; el hecho de que el productor no tenía la costumbre de pagar cánones para usarla”, agrega.
Y concluye: “Es una lástima que se pierda la posibilidad de contar con este tipo de biotecnologías porque representan no solo una mejora sustancial en la eficiencia agronómica sino también que tienen un impacto positivo en términos de sustentabilidad ambiental”.