En el primer año de operación, Florencio Ferrara (un futuro abogado que “se enamoró” del negocio de las casas prefabricadas) vendía entre 4 y 5 viviendas por mes, en 2018 unas 10 y este año alcanzó las 20 mensuales.
El crecimiento demandó una ampliación y, por eso, él y sus 43 empleados (30 operarios y 13 administrativos) se mudaron a una planta de 1.600 m2 (sobre un terreno de 5.000 m2) en Barrio de Los Latinos.
Allí mismo funciona la oficina donde reciben a sus clientes pero la gran vidriera es su sitio web y las redes sociales. “La gente compra una casa por internet”, afirma Ferrara durante la presentación de la nueva fábrica.
Tanto es así, que el actor y modelo Christian Sancho los conoció por Instagram y les compró una vivienda para instalar en la sierras cordobesas.
Tu casa en un día
Vilahouse realiza una estructura completa en 60 días y la instala en 24 horas. Ofrece viviendas entre 1 y 4 dormitorios con diseños preestablecidos (tradicional, minimalista o cabaña) o diseños exclusivos para cada cliente.
Y llega a todo el país: Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes y Chaco son algunas de las provincias donde más vende. En este caso, la logística no está incluida en el valor de construcción y cobran $ 65 por kilómetro (que incluye desde el traslado hasta los gastos por estadía).
¿Los precios?
Entre $ 160.000 y $ 300.000. Por ahora solo reciben pago de contado con seña para congelar el precio: el 50% del monto para comenzar a fabricar la vivienda y el 50% restante cuando se entrega.
“La construcción de un dúplex con el sistema tradicional ronda los US$ 200.000 mientras que un prefabricado puede costar $ 200.000”, explica Ferrara.
Están trabajando para lanzar un plan de financiación propia con una entrega.
La empresa cerrará el año con una facturación cercana los $ 40.000.000.
El sector
El director de Vilahouse cuenta que existen 70 empresas que producen casas prefabricadas en el país, de las cuales 30 son cordobesas.