“Fuzzy Fish es una linda historia de emprendedores porque nace en un espacio colaborativo, en un coworking”, comienza relatando Lucas Romagnoli, CEO de Fuzzy Fish, y uno de los 4 socios junto a Damián Girardi, Federico Rosemberg y Celina Parodi.
La startup cordobesa fue evolucionando con el tiempo: empezó como una agencia digital pero siempre tuvo un fuerte foco en el software, y hoy se define como una “software factory”. “Para nosotros siempre fue importante el diseño y la creatividad en lo que nosotros hacíamos, pero no solo la creatividad en lo estético sino a la hora de desarrollar los proyectos que sean eficientes”, remarca Lucas.
Fuzzy Fish desarrolla proyectos principalmente para startups -apuntando fuertemente a Nueva York-, porque según nos cuentan sus socios, se sienten muy identificados con ese tipo de clientes, y conocen muy bien cómo darle un apoyo y cómo empatizar con ellos. “Estamos haciendo foco en Nueva York, y Amcham fue nuestra herramienta para meternos al mercado”, menciona Federico Rosemberg, CBO de Fuzzy Fish.
Desde octubre de 2021 Fuzzy Fish tiene oficinas propias en la ciudad norteamericana, donde se reúnen con sus clientes y desde donde arman workshops para potenciales clientes y colaboradores. ¿Por qué Nueva York? “Hay una teoría de que si vos podés vender y desarrollarte ahí, podés hacerlo en cualquier parte del mundo, entonces eso nos desafió a ver qué pasaba”, afirma Romagnoli.
Otro de los servicios que brinda la compañía es el de outsourcing, donde son los articuladores entre el cliente y los colaboradores: “Hacemos crecer el equipo IT del cliente, y acompañamos a los colaboradores en ese proceso”, lo resume Federico.
“A nivel tecnología, nos especializamos en JavaScript, una de las que te da toda la flexibilidad para que puedas modernizar. Y además de esto nos estamos metiendo un poquito en lo que es blockchain y metaverso, la implementación de aplicaciones ahí, que eso lo tenemos en el departamento de investigación y desarrollo”, agrega por su parte Damián Girardi, CTO de Fuzzy Fish.
Cómo está conformado, a 7 años de su nacimiento, el equipo de Fuzzy Fish
Al día de hoy 60 personas conforman Fuzzy Fish, de las cuales 16 se encuentran en Córdoba (en su oficina central), y el resto está distribuido por todo el país. “A nosotros hoy nos gusta hablar de los Fuzzys Federales, que son un punto de inflexión -si se quiere- con la pandemia. En un principio le dábamos importancia a esto de trabajar en la oficina, con los compañeros… El trabajo en equipo para nosotros sigue siendo fundamental, y la pandemia nos mostró que esta cultura era escalable, y hoy por hoy tenemos Fuzzys (representantes) en toda Argentina, por eso hablamos de un Fuzzy Federal. Tenemos oficinas en Buenos Aires, equipos en Santa Fe, Formosa, Chaco, Neuquén, Río Negro, y poco a poco se va pintando este mapa de los Fuzzys”, nos cuenta Celina Parodi, COO de la compañía.
Según mencionan también desde Fuzzy, gracias a todas las herramientas que existen hoy se puede contagiar la cultura y se puede compartir la “fibra Fuzzy” hasta por Google Meets. “Nos importa mucho el tema de la comunicación, nos cruza de izquierda a derecha, de arriba a abajo”, agrega Celina.
Pero hay planes de agrandar este cardumen
Este año tienen el objetivo de duplicar sus Fuzzys, y están cerca de lograrlo, según nos cuentan sus socios. En el exterior por el momento no cuentan con colaboradores, pero sí tienen planes de crecer en Nueva York con recursos humanos, ya que gran parte de sus clientes radican allí.
¿Qué se necesita para ser un Fuzzy?
“La capacidad de empatía es el valor principal. Buscamos gente empática, y así la conexión es inmediata con los clientes, entendemos el negocio y los ayudamos a crecer, y se viene dando cada vez mejor”, expresa Damián Girardi.
Lucas Romagnoli, por su parte expresa: “En nuestro equipo hacemos una selección cuidadosa respecto a la cultura de los colaboradores. Buscamos emprendedores natos, gente que podría estar trabajando de manera independiente pero que elija estar en nuestra empresa. Siempre decimos que nos convertimos en sus inversores ángeles, le damos los espacios, la estructura, la infraestructura y los equipos para que puedan desarrollarse, y para nosotros eso es sumamente importante porque se nota a la hora de encarar nuevos proyectos y nuevas propuestas”.
Cada Fuzzy que ingresa es seleccionado no solo por la capacidad técnica, sino también, y fundamentalmente, por sus ganas de trabajar en equipo, según cuentan desde la startup. “En el proceso de recruiting es más complicada la parte de la personalidad que la parte técnica, lo técnico se aprende. Hay dichos que dicen que vos podés enseñarle a una buena persona a programar pero a un programador no le podés enseñar a ser buena persona. Ese es como nuestro primer filtro, y hacemos mucho foco ahí”, afirma Damián.
“Un Fuzzy es un emprendedor que tiene ganas de crecer. Fuzzy Fish no te da alas pero te da escamas para darle para adelante”, agrega Celina.
Un nuevo servicio para 2023
Para el próximo año Fuzzy Fish, además de seguir creciendo en clientes y colaboradores, planea incorporar un nuevo servicio a través de una alianza con una empresa radicada en Buenos Aires y dedicada a data science, lo que los ayudaría a incorporar nueva tecnología.
“Lo que está claro desde el minuto cero es que todos queremos crecer, es decir que vamos a expandirnos permanentemente. Hemos dado pasos quizás no tan rápidos como hemos querido, pero la realidad es que son 7 años vertiginosos en lo social, político, económico, y sin embargo hemos ido creciendo a razón de un 40%, 50% anual, y eso para nosotros fue sumamente importante”, finaliza Lucas, CEO de la compañía.