¿Realmente cambiamos tanto? Si pensamos por un momento en los objetos que usamos a diario, ¿cuántos de ellos fueron reemplazados por el celular? El despertador, la calculadora e incluso las agendas. “Muchos objetos que antes usábamos ya no están, pero nuestra relación con ellos sigue siendo muy similar”, explica Zuccotti. “De hecho, uno de los motores detrás de mi afición por fotografiar lo que usamos día a día es no perder el registro de lo que ha sido reemplazado. Aunque los objetos cambian, el acto de usarlos sigue siendo profundamente humano”, agrega.
-InfoNegocios: ¿Cómo influyen las rutinas diarias de las personas en el diseño de productos y servicios?
-Paula Zuccotti: Interesante. Muchísimo, muchísimo, porque todos tenemos nuestra forma de hacer las cosas. Entonces creo que a la hora de diseñar productos y servicios hay que entender que las cosas no están sueltas, que no vienen solas, que se relacionan, y que se relacionan de una manera muy inesperada.
Todos tenemos rutinas desde que nos levantamos: con el mate, con el celu, con los anteojos, con el perro. Entonces a veces por rutina entendemos cosas como, me voy al gimnasio y es una rutina, me pongo las zapatillas y es una rutina. La belleza de las rutinas está más en las menos obvias, en esas cosas que formamos nosotros, en esas relaciones. A la hora de diseñar productos y servicios es muy rico poder entrar y ver esas conexiones y constelaciones que hacemos los humanos que no son las obvias.
-IN: ¿Qué diferencias observaste en la forma en que las personas interactúan con los objetos, según las distintas culturas que estudiaste?
-PZ: Creo que pasé por un montón de culturas, entonces puedo hablar de una manera general. Lo más lindo es cuán parecidos somos todos en todos lados. Obviamente, la rutina del té en Asia es diferente a la rutina del mate, pero al fin y al cabo es casi similar. Claro que hay temas como la religión en donde tienen más objetos que otros, hay culturas que tienen más vestimenta que otras, pero hoy en día creo que lo que se ve en las fotos es vivir, es levantarte, es encarar el día.
-IN: ¿Qué tipo de objetos cotidianos revelan más sobre la identidad cultural de las personas?
-PZ: Me encantó. Bueno, hoy en día está todo tan globalizado que te quería decir por la música y la literatura, pero escuchamos música de todos lados, leemos libros de todos lados, y no siempre es lo local.
Las cosas de baño, tal vez, son un poco más personales o las cosas de religión, pero religión atachada a la cultura.
-IN: ¿Cómo crees que los avances tecnológicos cambiaron la manera en que las personas utilizan y valoran los objetos de uso diario?
-PZ: Antes teníamos las cosas por años, se arreglaban, ¿cierto? A mí me gusta, por ejemplo, en la foto que saqué hoy, hay un bichero para sacar cosas de la pileta que está roto y está pegado atado con alambre. Entonces, me gusta ver esas cosas, pero no se ve tanto en la gente más joven, ¿no?
Pienso que en relación con la tecnología, si usamos estas piezas como una herramienta para hablar de quiénes somos, la relación con la tecnología borra parte de nuestra expresión de identidad cultural, no de nuestra cultura, sino de nuestra identidad en cuanto a los medios que hay.
-IN: ¿Qué dirías sobre la frase del poema de Borges “Las cosas” en donde el autor expresa que “son las cosas las que durarán más allá del olvido y que no sabrán que nos hemos ido”? ¿Te interpela?
-PZ: Para mí significa un montón. Yo creo que crear un registro de cómo vivimos y cómo vivíamos es lo más importante, entonces, creo que en el futuro se puede volver a tratar. Imaginate, no sé, me refiero a un día en la vida de mi abuela, hubiese sido tan distinto. Entonces, cuando empecé a darme cuenta que no teníamos ese registro, lo quise cambiar. Me da mucha esperanza que en el futuro se pueda tener la oportunidad de poder ver cómo vivíamos, por eso elegí un día en la vida cotidiana porque podría haber hecho objetos favoritos. Pero los objetos favoritos es algo muy curado.
-IN: ¿Cuáles son los 5 objetos que definen la cotidianeidad de Paula Zuccotti?
-PZ: Bueno, creo que los 5 objetos que definen mi cotidianeidad son el celular, obviamente y algo que tenga que ver con el trabajo, o sea, la computadora o la cámara de fotos. Cocinar con mis hijos, bueno, cocinar con y para, pero algo relacionado a la cocina. Después, la taza de café que me trae mi marido cada mañana y por último, no sé, a mí me gusta vestirme, ponerme aritos y esas cosas. O sea, algo que tenga que ver con mi expresión.