Dada la creciente actividad en el sector inmobiliario en los últimos meses, Ingot, la compañía argentina especializada en el alquiler de cajas de seguridad privadas, tanto tradicionales como automatizadas, reporta un aumento de más del 30% en la reserva de salas de reuniones para transacciones en todas sus sedes a lo largo del país, lo que refleja un notable dinamismo en el mercado inmobiliario.
La escasez de salas de reuniones y operaciones de real state en los bancos, así como la limitación de días y horarios, hicieron que las salas de empresas privadas de cajas de seguridad sean un gran diferencial para los clientes, así como su ubicación, que tienen una mayor privacidad que un banco, dado que no suelen estar en la vía pública, sino dentro de edificios o centros comerciales. A estos beneficios se suman servicios adicionales como la amplitud y privacidad de la sala así como contador de billetes, cafetería, seguridad y espacio de resguardo.
“Vemos un aumento del uso de las salas y el alquiler de cajas de seguridad por 24/48hs, dada la seguridad que ofrecen empresas como la nuestra y que permiten resolver toda la operación en un solo lugar, sobre todo en situaciones de mucho stress como suele ser una compra-venta de una propiedad”, menciona Juan Piantoni, CEO de Ingot y presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Servicio de Alquiler de Cajas de Seguridad.
Desde Ingot además hicieron un acuerdo con red internacional RE/MAX, al igual que con otras importantes inmobiliarias locales, para que los brokers puedan utilizar sin costo las salas de reuniones, y obtener beneficios y descuentos para firmas de escrituras.
Piantoni, detalla sobre la seguridad de Ingot: “Nuestras bóvedas automatizadas, así como el ingreso a las salas de reuniones, cuentan con toda la seguridad requerida por el usuario: 9 anillos de seguridad durante el proceso que realiza el cliente, que incluye puertas blindadas con sistema de esclusas-cerrojo, molinete de alta seguridad, detector de metales, puertas corredizas y reconocimiento biométrico de huella, rostro e iris, junto a ID y PIN personal”.
Las cajas de seguridad “no bancarias” en Argentina empezaron a aparecer en el 2014, y se estima que hay unas 800.000 solo en bancos y más de 50.000 en empresas de resguardo (hay más de 16 en el mercado).