- El comienzo. En 2008 Satoshi Nakamoto (un seudónimo) escribió un whitepaper presentando el Bitcoin y una solución para realizar transcciones sin intermediarios, usuario-a-usuario, de manera segura y descentralizada. Ese es el inicio del Blockchain.
- La cadena de bloques. Cada bloque de transacciones tienen códigos que identifican ese bloque y además se guarda en el bloque anterior. Por lo que no hay manera de tratar de alterar de ninguna manera la información dentro de un bloque sin que se generen alertas en todos los bloques anteriores, por eso se llama una cadena de bloques. Para que una transacción sea válida debe ser verificada por quienes están en cada uno de los nodos.
- La descentralización. Es un sistema descentralizado donde la información no se encuentra en un solo server o lugar donde pueda haber alguien que quiera controlar los datos de la blockchain. Se encuentra distribuida en su totalidad en todos los nodos conectados.
- Los “mineros”. Las transacciones tienen costo ya que se paga por ciclo de máquinas o espacio, y así quienes están manteniendo los nodos y confirman las transacciones se llaman "Mineros" en alusión a quienes buscan oro, y quienes lo hacen, reciben por su capacidad de procesamiento un valor en criptomoneda.
- Bitcoin no es el único. No hay un solo blockchain, sino muchos y tal vez miles, los más conocidos son los del Bitcoin y el de Ethereum.
- Los hay públicos y privados. Los blockchain pueden ser públicos, como el bitcoin, y privados donde en lugar de estar distribuida la capacidad de procesamiento lo está en ciertas máquinas controladas por alguien. En este último caso, las “bondades” del blockchain se pierden. Esta última es una estrategia de los bancos.
- Adiós al “tercero de confianza”. Este tipo de tecnología da cuenta del tercero de confianza o del intermediario, por lo que quienes históricamente ocuparon esa posición de privilegio, deberían estar buscando entender lo que va a suceder en los próximos 5 años. Por ejemplo los bancos, los escribanos, transferencias de valores, las compañías de seguros, los sellos musicales, las encuestadoras, y muchas otras actividades sin valor agregado.
- Proyectos democráticos. Ya hay proyectos de democracia en blockchain como, que fue creada por argentinos.
- No todo lo que brilla es bitcoin. En Ethereum, que también tiene su propia criptomoneda que se llama Ether, y se pueden agregar Contratos Inteligentes (Smart Contracts) y realizar aplicaciones (DApps) que pondrán en contacto al usuario con aplicaciones en blockchain, donde podremos tener acceso a servicios y productos de manera directa, sin intermediarios, segura, y de ser necesario anónima. Claro que se puede acceder también desde el móvil.
- Lo que viene después del bitcoin. El bitcoin ya tiene un valor de mercado, te permite comprar, vender, te permite invertir, almacenar, dividir, y está relacionada con todas las monedas de curso legal. Es un primer paso, tal vez no perdure en el tiempo como lo hizo el dólar, pero habrá otras y quienes hoy solo se mantiene expectantes están perdiendo tiempos magníficos. Los grandes inversores ya están tomando posición, y quienes dicen no tener aún una opinión al respecto, es porque en breve la tomarán.