En Argentina ya hay 5.800 personas que han comprado paquetes que incluyen módulos de educación financiera y tokens para acceder a la criptomoneda OneCoin. Así, con packs que inician en los 140 Euros (y pueden llegar a miles de Euros) se accede a material didáctico y acceso a tecnología para tener OneCoin, una criptomoneda de la que ya se han “emitido” (minado) el 38% de sus 120.000 millones de unidades que habrá.
Aunque la compra-venta es de material educativo, en el fondo a los interesados los mueve el viejo motor humano: la codicia. Si alguien hubiera comprado US$ 1.000 en Bitcoin (la criptomoneda más famosa, pero sólo una de cientos) en sus inicios, hoy tendría casi 100 palos verdes.
A por ese mercado viene OneCoin a Córdoba: organiza para este sábado una charla en Quality Espacio donde pondrá en marcha su aceitado mecanismo de seducción de incautos y avarientos. ¿Quién no es tentado por la idea de alcanzar su “independencia financiera” entrando a tiempo a un negocio tan tentador? Conocedores de la maquinaria de persuasión, los promotores de OneCoin en Argentina y Córdoba deslizan ejemplos que despiertan la codicia.
Las bases de una criptomoneda -como el famoso Bitcoin- radica en su finitud (Bitcoins hay sólo 21 millones de unidades, divisibles en céntimos, milésimos y más) y en el proceso de “minar” grandes volúmenes de datos.
OneCoin se presenta como una criptomoneda de minado centralizado, al contrario de casi todo el sistema que opta por el minado descentralizado que hace casi imposible su fiscalización por entidades públicas o policiales.
Detrás de OneCoin y sus subsidiarias está la enigmática búlgara Ruja Ignatova, genia de las finanzas (ex McKinsey, dicen) o cabecilla de una gigantesca estafa cuya fecha vencimiento sería el 8 de octubre.
¿Qué sucederá ese día? OneCoin prometió convertirse en activo público ese día a través de una ICO, el proceso equivalente a una IPO de una empresa cuando abre su capital social a inversores.
Con una cotización (privada) actual de 1 OneCoin a casi 21 Euro (y una curva ascendente), los 8,5 millones de tenedores de esta criptomoneda (4 millones perfectamente identificados con su KYC) sueñan con iniciar una vida de millonarios si la cotización dibuja una curva similar a otras monedas virtuales.
Claro que al no tener cotización pública, el valor de cada OneCoin no está validada por el mercado, aunque existe un market place donde ya se lo puede usar como medio de pago de bienes y servicios.
OneCoin opera en Argentina como Sociedad Anónima: One Network Servicios Argentina con cuenta -detallan- en Banco Galicia a donde van los fondos recaudados en la venta de material de formación financiera (siempre se cuidan de no decir que venden un activo financiero, sino material educativo que -de yapa- trae tokens para generar OneCoin).
En su presentación a prensa -organizada por el colega Gustavo Cohen en el hotel Windsor- estuvieron presentes Gabriela Blasco, Gustavo Amuchastegui y Andrés Matías López, aunque la voz cantante la llevó Alejandro Taylor, presentado como “pionero de la compañía en Latinoamérica”
Con 5.800 personas ya involucrados en el sistema en el país (se comercializa en forma de venta directa, con referidos y un sistema similar a la venta piramidal), Taylor dijo que les gustaría tener 100.000 clientes antes del 8 de octubre.
Según explicaron en el evento para prensa, la compañía argentina ya recauda alrededor de $ 1,5 millón de Euros en el país.