Parecía que venía granizo o al menos una lluvia fuerte con vientos importantes. Pero no: el pronóstico le erró y finalmente el cielo se despeja para el gobierno.
El gobierno no sólo consolidó más de 40% en la sumatoria nacional, sino que incluso se impone (por poco) en la Provincia de Buenos Aires donde hace menos de dos meses recibió una paliza que lo dejó 14 puntos abajo en los comicios provinciales.
El discurso de Milei fue prolijo desde lo formal (saco y corbata) y -sobre todo- en lo conceptual: tendió puente con los gobernadores, le hizo un guiño a Macri y al Congreso para profundizar el camino iniciado en 2023.
“Tendremos el Congreso más reformista de la historia Argentina”, dijo y convocó a “decenas de diputados de otros partidos con los que podemos encontrar acuerdos básicos”.
Además de agradecer a las principales figuras de su equipo, puso en relieve a Santiago Caputo y Karina Milei y repartió “mimos” para Guillermo Francos, Toto Caputo, Santiago Bausili y Federico Sturzenegger.
Quedará para la semana saber qué grado de recomposición tendrá el gabinete y -nada menor- ver cómo evalúa el mercado no solo el resultado electoral sino también qué señales hay sobre el futuro del esquema cambiario que venía recalentado en las últimas semanas.
En el Congreso, el oficialismo pasa de 37 diputados propios a 101 y de 6 senadores a 20, según los números que dio Milei en su discurso.
Mientras el presidente lee que el resultado muestra que “2 de cada 3 argentinos no quieren volver al pasado”, Axel Kicillof entiende que 60% de los argentinos le dijo que “no” al proyecto del oficialismo.
Sobre la medianoche, el ministro Luis Caputo repitió lo que venía sosteniendo: el esquema de banda cambiaria -con piso y techo- se mantiene.
El huracán pronosticado no tocó tierra y ahora hay que volver al trabajo. Buena semana para todos.