En las últimas semanas, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, ha puesto en marcha un plan táctico y estratégico en pos de reforzar al PJ cordobés, de cara a un 2018 que será, en lo político, mucho más que “un año de transición”.
Como el poeta uruguayo, el contador de barrio Talleres, ordenó a los suyos trabajar pensando en el mediano plazo. Los cinco ejes más resonantes se resumen a continuación.
1 - Sumar a sectores del kirchnerismo.
Desde Ricardo Vissani (Movimiento Evita) a principios de 2016, hasta el diputado Andrés Guzmán, retuiteador serial en los últimos meses de las acciones del gobierno de Unión por Córdoba, esta fue una línea de acción constante en el schiarettismo. Lo confirma, incluso, un dato que surgió el miércoles en medio de la acalorada sesión de Diputados: Alejandra Vigo afirmó que la ultra K Gabriela Estévez la había ido a visitar para conseguir un lugar en la lista de Unión por Córdoba.
Pero, obviamente, no todos avalan esta táctica. Ayer, en un duro tuit, el legislador Martín Fresneda, trató de “genuflexos” a los dirigentes que apoyan al gobierno de Macri: “Si eso existe, no hay unidad del PJ”, escribió en la red social.
2 - Incorporar a los actores sindicales.
Para Schiaretti, como todo peronista que se precie, sumar la unidad del movimiento obrero es vital para la estrategia política. Hay dos datos de los últimos días que evidencian que mandó a armar en ese sentido: primero, la foto del 23 de noviembre de Vigo, esposa del gobernador, con Mauricio Saillén y su hijo Franco -líderes del Surrbac- en la reinauguración del CPC de Villa El Libertador. Segundo, el acuerdo paritario con el SEP que incluye el pase a planta permanente de 4.800 contratados.
3 - Pensar en conquistar a la Ciudad de Córdoba...
Un tercer dato ocurrió ayer, cuando se nombró frente a la Secretaría de Asuntos Institucionales a Miguel Siciliano. Uno de los principales opositores al intendente Ramón Javier Mestre será el encargado de la relación de la Provincia con los municipios.
4 - ….y reforzar los lazos con el interior
La táctica también incluye no olvidar a los dirigentes del interior, por más que estos hayan perjudicado otrora a los intereses de Unión por Córdoba (UpC) durante el cristinismo. El caso más visible fue el reciente nombramiento de Nora Bedano, la ex de Eduardo Accastello, en la Agencia Córdoba Cultura.
5- En esta construcción poético-política, el propio Schiaretti se ubica como un narrador/constructor omnisciente. Cuenta/arma la historia sin ser un personaje del relato y se encarga de explicar qué deben hacer los protagonistas, quedándose fuera de la foto.¿Una prueba? Schiaretti se cuidó mucho de no aparecer en la fotos de los gobernadores antes del debate por la reforma previsional.
El otro hombre fuerte del peronismo local, José Manuel De la Sota, tampoco se muestra en fotos. Sin embargo, sigue en el juego político: su pareja se mostró esta semana lo más lejos posible del gobierno de Macri y su hija festejará Año Nuevo por afuera. Los delasotistas puros están “viendo qué pasa” y saber qué hará líder. Esa es su táctica.
En síntesis. Los movimientos del gobernador en las últimas semanas se anticipan a un tiempo evidente. Como Benedetti, la estrategia es que un día cualquiera -preferentemente un día de elecciones-, sin saber cómo ni con qué pretexto, todos se necesiten.