Ricardo Mondino y Cece (como la llaman todos) se conocieron en Argentina Fáctica, una comunidad de compatriotas (“locos soñadores”, según ellos) basada en la cooperación para generar valor agregado. Lo que supieron poco después es que eran vecinos: él de Villa María; ella de Villa Nueva.
Así nació Proyecto Jota -la inicial es en honor a una persona querida-, combinando el talento de ambos. Ella es artista plástica, él es chef y trabajó durante 15 años en Juanito, el famoso restaurante de comida mexicana que llegó a tener 5 sucursales y que, a mediados de 2020, solo contaba con una (en Alta Córdoba).
“Primero fui encargado, después una especie de socio, y con la pandemia decidí reflotar la marca y traerla a Villa María, pero con impronta e imagen nueva”, dice Ricardo.
Y mientras abría la taquería, se gestaba esta nueva propuesta que elabora comidas con la intervención artística de Cece. El fuerte son las pastas con distintos rellenos (sin conservantes ni colorantes) que juegan con las formas, los colores de las masas y las texturas; así hay ravioles tricolor, pastas en forma de corazón y tallarines de todos los colores (por ser de remolacha, zanahoria, espinaca, entre otros).
También ofrecen tortas saladas (a base de sándwiches de miga) únicas y temáticas, a pedido del cliente y pintadas a mano; empanadas; sándwiches; tartas; ensaladas; jugos y licuados; burritos (que en vez de usar la tortilla de trigo emplea pan de miga) y mucho más.
“Queríamos darle valor a lo cotidiano y fuimos inventando; yo hice la estética del lugar, que apunta a la cocina con amor y así nació el nombre de la cuenta en Instagram (@jotaconlove) que resume mi misión en el mundo: transmitir amor a través del arte, que la gente abra su corazón”, explica Cece.
Por el momento, Proyecto Jota es un local solo para retirar el pedido (o delivery), aunque la idea es contar con un espacio para consumir ahí mismo.
Al llegar, el cliente recibe una carta que tiene la particularidad de presentar los platos con nombres que despiertan sentimientos. Así, por ejemplo, está el sándwich “Paz y Amor”, “Felicidad”, “Amistad”, etc. Además, debajo de cada ingrediente hay alguna comidilla que apela a lo lúdico o al humor.
Con cada compra se entrega una tarjeta con un código QR que, al ser escaneado, remite a una lista de Spotify producida por Cece. Con ella, le propone al comensal melodías que a su criterio va a disfrutar mientras degusta el menú en cuestión (claro que el packaging es acorde y también está intervenido artísticamente).
“Pensamos llegar a Córdoba Capital a mediados de este año, junto con Juanito; ya sea en formato de local propio o de franquicias. Y hacer una especie de alianza con Proyecto Jota, para también comercializar estos productos; incluso soñamos con exportar, pero vamos de a poco”, sostiene Ricardo.
“Queremos transmitir el concepto, más allá de la receta de la comida en sí y lo estamos logrando ya que notamos que la gente se enganchó un montón, a más de uno le pareció algo distinto, divertido y emocionante”, confiesa Cece.