¿¡Compro o vendo!?... esa es la cuestión. Las oportunidades de inversión no son evidentes para la mayoría de las personas y ello es bueno saberlo, ya que la decisión de comprar o vender dependerá sin duda de la percepción subjetiva que cada persona tenga del futuro.
El factor más importante que mueve los precios en el mercado financiero es la expectativa de los participantes: si la mayoría de estos consideran que el futuro será mejor, entonces la presión compradora ganará protagonismo y los precios seguramente crecerán, anticipando buenas noticas hacia adelante. En tanto que si la mayoría de los participantes ve el futuro con pesimismo, entonces la presión será vendedora y ello se reflejará en una caída de precios, anticipando un futuro más comprometedor.
En este sentido, siempre es bueno hacer el ejercicio de mirar la realidad de las dos caras posibles y bajo la realidad que en el mundo de los negocios siempre que alguien esta comprando hay otra persona vendiendo, la pregunta que nos debemos hacer son dos: ¿qué estará pensando aquel que está comprando? Y de igual modo debemos preguntarnos: ¿qué estará pensando aquel que está vendiendo?
Si reconocemos que las oportunidades de mercado realmente son aprovechadas sólo por la minoría y se tornan evidentes para la mayoría justo en el momento que ya dejaron de ser oportunidad, entonces es aquí donde deberemos poner nuestro valor crítico como inversores y empezar a pensar diferente. Para reflexionar…
Compro o vendo... esa es la cuestión (Cuando las oportunidades de inversión no son evidentes para todos)
(Por Rubén J. Ullúa – Asesor y Analista de Mercados Financieros) Cuenta la historia que un día, un padre decidió enviar a sus dos hijos al África, con una única finalidad: vender zapatos. Así fue como a una semana de encontrarse sus dos hijos en el África, uno de ellos le llama por teléfono y le dice muy molesto a su padre:
- Papá, realmente estoy muy molesto, me enviaste al África para que venda zapatos y aquí es casi imposible, ya que todos andan descalzos. He decidido no quedarme aquí y me regresaré de inmediato.
Sin embargo, una hora más tarde llama su otro hijo por teléfono y le dice al padre con gran entusiasmo:
- Papá estoy realmente contento que hayas tomado la decisión de enviarme al África a vender zapatos. Es verdad lo que dice mi hermano, aquí en el África todo el mundo anda descalzo, sin embargo padre yo he decidido quedarme, ya que imagínate la cantidad de zapatos que venderé cuando todos comiencen a usar.
Ustedes se preguntarán que tiene que ver esta historia que les acabo de contar con las inversiones y la verdad es que tiene mucho que ver. Lo interesante de esta historia es identificar como una misma realidad puede ser vista de formas diferentes, mientras algunos pueden ver una realidad oscura y confusa, otros pueden ver en esa misma realidad, una oportunidad. (El desarrollo de la columna en nota completa).