Nada más frustrante para una empresa (y los clubes ya lo son, de alguna forma) que dejar demanda insatisfecha por falta de producto. Y eso sucede con algunos grandes equipos cuyos estadios no dan abasto para albergar a todos aquellos que estarían dispuestos a pagar por ser socios. Boca Juniors lo solucionó con sus socios adherentes (una suerte de laaarga lista de espera) pero la movida de Real Madrid y River Plate fue más tecnológica e inteligente: de la mano de la empresa francesa de tecnología y procesamiento Worldline desarrollaron una "loyalty card" (tarjeta de fidelidad) que funciona sobre una aplicación web.
Este desarrollo se integra con otras plataformas para ecommerce, ventas de tickets, terminales POS y la tarjeta permite obtener beneficios, descuentos y promociones en distintos comercios como Adidas, Sodimac, Pinturerías Prestigio, sorteos para conocer jugadores, entradas para la gente del interior, camisetas, etc.
Así, River sumó a sus 85.000 socios activos (los tradicionales) un segmento de Socio Virtual (con la tarjeta Somos River) donde agregaron otros 58.000 más, pagando una membresía diferencial. Además, a los 85.000 socios normales se les dio la oportunidad de obtener la tarjeta Somos River sin cargo (34.000 se sumaron). Un desarrollo similar implementaron con Peñarol de Montevideo, la entidad uruguaya que cuenta con 82.000 socios aproximádamente y se encuentran en proceso de recambio de carnet.
Con el remozado estadio de Alberdi, Belgrano tendrá en 2017 seguramente que afrontar una situación de estrechez y quizás la categoría de "socios virtuales" llegue también a Córdoba.
Cuando los estadios quedan chicos, Worldline abre una cancha virtual infinita (el caso Somos River y Peñarol de MVD)
Aunque es el estadio más grande del país, el Monumental (61.688 plazas contra 57.000 del Kempes) no alcanza para contener a todos los socios hinchas del "Millo" que quisieran tener un lugar asegurado. Pero como ese no es el único valor que puede entregar una marca de fútbol, los grandes clubes abrieron instancias virtuales que permiten acceso a otros beneficios (incluyendo algunas veces entradas) y ampliando el círculo de fidelidad. Los casos Real Madrid, Somos River y -ahora- Peñarol de Montevideo. ¿Será la solución para Belgrano cuando -en 2017- el Gigante deje afuera a varios miles de actuales socios).