Un invento que busca padrino.
Vanina Costamagna es el nombre de la investigadora de la Facultad de Ciencias Químicas (UNC) que el año pasado desarrolló una especie de papel film de esos que usamos para guardar alimentos en la heladera (material polimérico modificado, es el nombre técnico). Lo novedoso es que lo alteró de manera tal que lo convirtió en un envase con propiedades antimicrobianas que permite reducir la cantidad de conservantes químicos en la elaboración de productos lácteos y pastas frescas. En Europa este tipo de “envases activos” es cada vez más frecuente. La ventaja principal es la prolongación del tiempo de consumo sin alterar el producto original. Sin embargo, en la Argentina todavía ninguna empresa tomó el invento de Costamagna para comenzar a producirlo. ¿Alguna alimentaria por ahí con ganas de tomar una ventaja competitiva?