El presidente Alberto Fernández llega hoy a Córdoba en un momento de extrema tensión interna en su gobierno y también de una economía alterada por la inflación. Estará en territorio que le es esquivo, no sólo por la inclinación electoral de la política y porque compartirá acto con el gobernador Juan Schiaretti -quien nunca lo apoyó, ni en campaña- sino porque el escenario es la terminal donde Nissan fabrica las pickups en Santa Isabel. Por estos días la industria automotriz advirtió que, sin más dólares para importar se terminará parando la producción. Seguramente, el mandatario insistirá con los conceptos que dio ante empresarios Pymes respecto de que hay crecimiento.
Nissan ya viene realizando los anuncios sobre la producción de la nueva Frontier en Córdoba y de la apertura de un segundo turno. El segundo turno implicará duplicar la cantidad de trabajadores de Nissan-Renault; hacia fines de julio ya estarían trabajando. Además la empresa adelantó que la integración nacional de la nueva pickup pasará del 35% al 40%.
Fernández estará acompañado por los ministros de Obras Públicas, Gabriel Katopodis y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, además del secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello. Del acto también participará el embajador de Japón en Argentina, Takahiro Nakamae.
Seguramente el Presidente escuchará directamente de los empresarios los problemas que afronta el sector por los problemas de acceso a los dólares. El martes la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa), la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), y Smata enviaron una nota al presidente del Banco Central (BCRA), Miguel Ángel Pesce. Le plantean su “preocupación” por la falta de respuesta ante el “abastecimiento necesario para la fabricación de la cadena de la industria automotriz”.
El listado que le entregaron a las autoridades incluye a 47 empresas con licencias automáticas cuyos cupos para importar se vencen entre este mes y junio; 18 de esas firmas están en Córdoba. Una normativa del Central establece que aquellas empresas que superen en 5% las importaciones del 2021 tendrán que pagar a sus proveedores a 180 días.
La cuestión es que los proveedores no dan ese plazo. En un país sin financiamiento, menos hay medio año para los privados. Desde el Central aseguran que habrá un “análisis caso por caso” para flexibilizar el cepo.
El fondo del problema es que el Central administra pobreza, no hay dólares suficientes para importar en la medida que requiere la producción y, además, a medida que las limitaciones se multiplican y la brecha entre dólar oficial y libre se amplía las empresas demandan más en previsión de lo que podría venir.
El Presidente sostiene como ministro a Martín Guzmán mientras siguen los ataques del kirchnerismo duro para que el funcionario deje el gabinete. Incluso el equipo analiza nuevas medidas, que podría ser otro bono para paliar los efectos de la inflación. Es que la de abril también estaría sobre el seis por ciento.
En paralelo a que Fernández hable en Córdoba, el secretario de Comercio Roberto Feletti encabezará una reunión con productoras de alimentos para estudiar “subas injustificadas”. Lo mismo que viene haciendo desde comienzos de año con ningún resultado a la vista. Ayer, en la asamblea anual de Came, el Presidente defendió el rumbo económico y pidió “parar con el escándalo de la suba de precios”.
"Les propongo que sigamos trabajando como hasta ahora, porque los resultados están a la vista: el crecimiento es muy grande, la recuperación del empleo es real, el consumo crece", dijo Fernández. Los datos de las consultoras privadas están marcando una ralentización de la actividad y una caída del consumo.
En referencia a la inflación, señaló: "Tenemos que combatir ese tercer eslabón, tenemos que trabajar todos para que no se convierta en ganancia de algunos pocos y pérdida de muchos".
Recordó que la Argentina enfrentó la pandemia "en situaciones desventajosas, con una economía en decadencia y súper endeudada", y que en ese sentido "debemos estar muy orgullosos de todo lo que hicimos", remarcó.