A horas de la histórica sesión en Diputados donde se tratará el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), y mientras diversos conteos indican que los sectores “verdes” están a muy pocos votos de los 129 para la media sanción, las organizaciones “celestes” de Córdoba ligadas a los cultos religiosos profundizaron su presión para que los legisladores nacionales voten en contra de la iniciativa enviada por el presidente Alberto Fernández.
La Arquidiócesis de Córdoba que preside el arzobispo Carlos Ñáñez, las cuatro diócesis del interior, el Concejo Pastoral Evangélico que integran decenas de iglesias evangélicas y lidera la poderosa Cita con la Vida, y Comipaz, donde están representadas las religiones monoteístas, más otros espacios confesionales locales y nacionales, firmaron un poco habitual comunicado conjunto, en el que advirtieron a los parlamentarios sobre los supuestos efectos de la legalización del aborto sobre la vida y la libertad de los ciudadanos.
Las organizaciones, incluso, apuntaron a la ESI, y a la capacitación con perspectiva de género y diversidad sexual en escuelas, porque “impone un pensamiento único” para “adoctrinar” a los jóvenes.
Políticamente, la rúbrica de Comipaz, una marca registrada de la sociedad civil de Córdoba, con vínculos fuertes con el gobierno provincial, es la más ruidosa para la dirigencia política. Esta entidad solo emite posición pública si todos los miembros están de acuerdo, o de lo contrario evita la exposición. En el mundillo religioso consideraron que Comipaz tiene poder para influir sobre el propio gobernador Juan Schiaretti, y su presencia en el comunicado conjunto tuvo ese fin.
En cualquier caso, el objetivo es incidir en los diputados considerados “indecisos”, como los peronistas Alejandra Vigo y Carlos Gutiérrez, e intentar “dar vuelta” el voto del jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, que en 2018 votó a favor del proyecto de IVE que presentó la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Según fuentes de la iglesia evangélica, el radical votó “presionado” entonces.
En el debate de hace dos años, Vigo se abstuvo, y en el oficialista Frente de Todos consideran que en la sesión de mañana repetiría esa posición. El proyecto de despenalización que la dirigente y el resto de los schiarettistas presentaron como alternativa a la legalización “se pondrá a la vista” esta tarde en la reunión de comisión de la que saldría el dictamen. El texto final del proyecto podría incluir algún punto de esa iniciativa, con la que los peronistas cordobeses intentaron tener juego propio y, a su vez, interpretar al sector mayoritario de la población que acepta el aborto, pero solo bajo determinadas causales.
Los sectores conservadores mencionados arriba aseguran que no se conforman con otra abstención, sino que piden el rechazo de la diputada. De esta manera, se busca minimizar el aporte cordobés a la IVE, y que el voto positivo sea únicamente el de los considerados “irreductibles”: Brenda Austin de la UCR y los tres del Frente de Todos.
Hasta ahora, la decisión de Vigo fue no reunirse ni con celestes ni con verdes, y mantener su discurso pro despenalización, que abre una esperanza al colectivo feminista porque, sostienen, admite una necesidad.
Gutiérrez, que en 2018 no era diputado, anunció que acompañaría el proyecto en una reunión con referentes de la Campaña realizada antes de la pandemia, pero luego se mantuvo en silencio y no confirmó su postura. En el oficialismo nacional, sin embargo, lo cuentan como voto a favor.
El sector pro legalización del PJ cordobés no quiere jugarse con las posiciones de Vigo y Gutiérrez y, si no hay votos positivos, consideran que el menos malo de los resultados sería que el bloque que responde al gobernador Juan Schiaretti se abstenga en forma uniforme en el recinto. Este escenario, dicen, permitiría trabajar con más aire la implementación y operativización de la IVE en Córdoba cuando la ley esté aprobada. El antecedente del cajoneo de la ILE durante seis años en el TSJ hace temer a los “verdes” por futuras traba.
Hasta ahora, Paulo Cassinerio y Claudia Márquez no han dado señales de cambiar su posición de rechazo, que en el caso del primero, sería la misma de 2018, cuando el peronismo cordobés tuvo tres votos en contra y una abstención.
En ese marco, militantes y dirigentes del PJ atravesadas por el movimiento feminista, lanzaron la semana pasada la campaña “Peronistas por la IVE”, para visibilizar a la militancia y dirigencia peronista que está a favor de la legalización del aborto, tanto en la estructura del PJ Capital, como a nivel provincial, y en los distintos espacios y niveles del estado. Aunque no exclusivamente, son “viguistas” que están a favor de la ley de aborto y que reivindican a Vigo como una referenta de los derechos de género en Córdoba.
La idea es no dejar que solo se vea lo “celeste” del partido, dominante en los altos mandos del gobierno provincial y municipal. “Queremos visibilizar que en el PJ hay diversidad de posiciones”, señaló a este diario una integrante del espacio, que aclaró que el objetivo “no es incidir en el voto de los diputados ni salir a confrontar”. Las militantes que hablaron con este diario asumieron que, en tanto partido de gobierno, el peronismo tiene su dinámica y sus condicionantes para definir el voto, pero remarcaron que la idea es “tener presencia” en el debate como un peronismo feminista que está con la legalización.
Con el propósito de visibilizar la postura, en los últimos días iniciaron una campaña en redes sociales con el escudo del PJ en verde como imagen identificatoria, que atraviesa transversalmente a funcionarias provinciales y municipales, legisladoras, concejalas, militantes barriales, etc.
Por otra parte, el compromiso es participar en la vigilia “verde” del jueves 10 y viernes 11 de diciembre, para acompañar lo que se prevé será una extensísima jornada de debate en Diputados, que podría durar más de 24 horas de debate.