Antes de que finalice el año se normalizará la CGT Regional Córdoba y el actual secretario General, José Pihen, se perfila para repetir mandato acompañado por Ilda Bustos como secretaria Adjunta. La dirigente es titular de la Unión Obrera Gráfica y actual secretaria de Derechos Humanos de la central.
La fórmula fue votada por unanimidad el lunes pasado en el marco de un plenario de la Regional y sería proclamada el lunes 25 de noviembre en un congreso cegetista que se realizará en la Casa Histórica del Movimiento Obrero.
Además de cumplir con el requisito social (ya que no legal) de la equidad de género, las fuentes consultadas resaltaron que la dupla Pihen-Bustos combina a un gremialista del sector estatal y del rubro servicios, como es el titular del Sindicato de Empleados Públicos (SEP), con una dirigente del sector privado y del ámbito de la industria gráfica.
Cabe recordar que el anterior adjunto fue el extitular de la UTA Córdoba, Ricardo Salerno, desplazado luego por la UTA nacional cuando intervino el gremio local.
Desde el punto de vista político, tanto Pihen como Bustos están alineados nacionalmente al presidente electo, Alberto Fernández. A nivel provincial, el titular del SEP es legislador de la coalición oficialista Hacemos por Córdoba, fue reelecto como tal en las elecciones del 12 de mayo pasado y tiene vínculos estables con el gobernador Juan Schiaretti (no tan buenos como los tuvo con el fallecido José Manuel de la Sota). De hecho, su militancia para la elección nacional del 27 de octubre fue para la lista de diputados que promovió el gobernador.
Por su parte, Bustos está más cercana al espacio del senador Carlos Caserio y es una de las dirigentes gremiales que históricamente el peronismo K consideró aliada. Dentro de la propia CGT, la gráfica formó hace unos meses la línea interna “Movimiento Sindical de Córdoba por la Justicia Social y el Trabajo”. Allí abrevaron gremios importantes como Bancaria, Uepc y Alimentación.
Según trascendió, la CGT acordó que el 25 de noviembre se definirá qué dirigentes ocuparán el resto de los cargos del secretariado de la central obrera. La idea es que Ferro, de la Asociación Bancaria, se sume a la conducción como posible secretario Adjunto alterno. La Bancaria, a nivel nacional, es crítica de la CGT del triunvirato y cercana a los Moyano.
Otra cosa que se resolvió en el plenario del lunes es que en la votación para la proclamación cada gremio valdrá un voto, cualquiera sea el número de afiliados que tenga la organización. "Es más democrático y es para proteger a los gremios chicos", sostuvo una fuente que habló con el diario Alfil.
Otro dato importante es que el oficialismo cegetista habría sumado a Emiliano Gramajo, reciente secretario general de la AOITA (choferes de interurbanos), enrolado en las 62 Organizaciones (a su asunción asistieron varios de los jefes de esa organización). Las 62 tiene interés en ungir a un secretario general propio al frente de la Regional, aunque por ahora aparece sin fuerzas para lograrlo.
Otro que demostró interés en tallar en la conducción de la principal central obrera de la provincia es el titular de Comercio, Pablo Chacón, que impulsó al titular de la UOM, Rubén Urbanos, como secretario general de la CGT. De la mano de Sergio Massa, Chacón ocupó el tercer lugar en la lista de diputados del Frente de Todos, pero al no ingresar al Congreso, sus acciones como armador cegetista decayeron.
En cuanto a la unidad con la CTA, se planteará luego de que suceda a nivel nacional y, hasta lo que este diario pudo avizorar, no parece una prioridad para los cegetistas cordobeses. Hoy se reúne el presidente electo con la cúpula de la CGT nacional y en el encuentro tampoco está contemplada una silla para las CTA. Por lo pronto, tampoco parece cerca la unidad con la CGT Rodríguez Peña, debilitada como está tras el procesamiento de su secretario general, Mauricio Saillén, jefe del Surrbac.