La presidente del PRO nacional, Patricia Bullrich, continuó por Córdoba la gira estival que inició hace un mes por la costa atlántica. Con la incursión, buscó ventilar su sueño presidencial por todo el país; también, testear el nivel de fidelidades políticas en el siempre dinámico Juntos por el Cambio de la provincia.
Antes de participar de la edición dominguera del Cosquín Rock, la dirigente amarilla se reunió con los dos hombres que apoyó en las PASO y luego ganaron las elecciones legislativas con un porcentaje arrollador. Junto a Rodrigo de Loredo (UCR) y Luis Juez, Bullrich volvió a aclarar que el gobernador Juan Schiaretti no es un aliado.
La insistencia de la exministra de Seguridad de la Nación sobre este punto es una necesidad de cada viaje que realiza a Córdoba. La ratificación de que la coalición se prepara para gobernar el principal distrito del interior del país no pierde su carácter de novedad. Sucede que, cada dos por tres, son los propios aliados cordobeses quienes se acusan de ser funcionales a Hacemos por Córdoba.
Los radicales lo dirán de los macristas que, por ejemplo, evitan tensionar con el peronismo de Schiaretti; o, incluso, se ilusionan con formar una gran frente para vencer al kirchnerismo. El coqueteo no es nuevo: el expresidente Mauricio Macri lo hizo explícito cuando llamaba al gobernador como su “amigo, el Gringo”. Antes, en pleno armado del PRO en Córdoba, los emisarios porteños –como la entonces vicejefa del gobierno porteño, María Eugenia Vidal, o varios de los hombres que después integraron el gabinete en la Casa Rosada- se deshacían con elogios para José Manuel de la Sota. El propio Horacio Rodríguez Larreta, hoy, trata de ser confuso cuando le consultan sobre los alcances de esa propuesta suya de “ampliar la coalición”.
Por el contrario, Bullrich se asegura con esta postura halconada frente al gobierno provincial el visto bueno de Juez y de los radicales que no avalarían un acuerdo con el peronismo local, ni muchos menos, desperdiciarían la oportunidad de dar pelea electoral sin los fundadores de Unión por Córdoba en la cúspide del tramo ejecutivo.
Asumiendo que Bullrich no cambiará su opinión sobre los ocupantes del Panal, este medio le pidió opinión sobre el hombre que asoma como el elegido por Schiaretti para medirse en las urnas en el 2023, con el traje de candidato a gobernador.
Sobre el intendente de la ciudad dijo: “Que Juan Schiaretti, que gobierna desde hace 22 años la provincia, ponga un candidato, lo convierte en un rival. Ahora, no es un rival invencible. Es un rival que con la fuerza que tiene hoy Juntos por el Cambio, con un proyecto nacional, con la posibilidad de ganar de ganar el Gobierno nacional, con lo que significó ganar 13 provincias, empatar en cuatro, ganar provincias que nunca habíamos ganado como Misiones o La Pampa, -desde 1983 no se ganaba La Pampa-; con Chubut, con dos senadores; con la fuerza que hoy tiene JPC, Llaryora será el rival, pero estamos en condiciones de lograr que JPC gobierne Córdoba”.
Música para los oídos de sus candidatos predilectos, empezando por Juez. A diferencia de Rodríguez Larreta que logró rodearse de toda la dirigencia del PRO local, Bullrich prefiere mostrarse más cauta a la hora de referirse a candidatos surgidos del partido que ella preside a nivel nacional.
Bullrich se muestra a favor de los consensos, pero no confirma si la fuerza amarilla tendrá exponentes propios, teniendo en cuenta que varios intentan aumentar músculo para la hora de las negociaciones. “Depende, habrá que ver. Este será un tema de debate del PRO, pero hay mecanismos para dirimir candidaturas. Lo importante es que lleguemos al final del camino con un solo candidato que represente a todo JPC”, dijo Bullrich a Alfil sobre las candidaturas amarillas.
Como se observa, la contundencia en sus afirmaciones sólo es reservada para el senador Juez, un indicio de que su alianza sigue sin sobresaltos.
Turno de Negri
En su segundo día de estadía, Bullrich continuó escoltada por la senadora Carmen Álvarez Rivero, la diputada Laura Rodríguez Machado y el vicepresidente del PRO local, Oscar Agost Carreño. Luego de una reunión con empresarios, mantuvo un encuentro con el jefe de la bancada radical en la Cámara baja, Mario Negri.
El diálogo terminó con la foto de ocasión y los tuits correspondientes. “Me reuní con Pato Bullrich en Córdoba para conversar sobre los grandes avances que está haciendo Juntos por el Cambio en todas las provincias para crecer como una fuerza competitiva. En 2023 debemos ganar en todo el país”, resaltó en su referencia este rol nacional que comenzó a cultivar postelecciones PASO.
En cambio, Bullrich prefirió un tono más localista: “Siempre son enriquecedoras las charlas con Mario. Estamos juntos para profundizar la unidad para el cambio que quieren los cordobeses. Poniéndonos en el lugar de cada argentino somos la mejor opción para la transformación de nuestro país”.