Un contingente de entre 35 y 40 dirigentes del PJ Córdoba volará hoy rumbo a Buenos Aires. Se trata de una primera tanda de congresales peronistas que será encabezada por el presidente alterno del partido a nivel local, el legislador Oscar González, con destino final en el microestadio de Ferro donde hoy tendrá lugar el Congreso del PJ Nacional, en la previa a la elección de las nuevas autoridades.
Pero también partirá desde esta provincia rumbo a Capital Federal la otra parte de congresales del justicialismo cordobés pero que lo hará de la mano del senador Carlos Caserio.
Las fricciones internas en el justicialismo local que nacieron durante la campaña nacional del año pasado y que ubicaron de un lado a quienes decidieron apoyar explícitamente la candidatura del Frente de Todos, mientras que del otro quedaron los que se mantuvieron al margen, también quedarán expuestas en el Congreso de hoy. El encuentro partidario será una vidriera política donde cada sector del peronismo cordobés intentará medir fuerzas y mostrar lo que tiene.
Lo cierto es que frente a la decisión del gobernador Juan Schiaretti de habilitar el retorno de su partido a la orgánica nacional en el marco de una estrategia cuya caja de resonancia será el proceso eleccionario local de abril, la línea que comanda Caserio también decidió mover sus fichas.
El senador que aspira a tener un cargo dentro de la conducción nacional del PJ, llegará a Ferro con tribuna propia. Esa instancia será otro intento de demostración de fuerza.
Es que casi en paralelo a la renovación de autoridades nacionales, el PJ local abrirá también su propio proceso de recambio de conducción con un cronograma que ya fijó el 26 de abril como día para los comicios internos y cerrados.
Y está claro que Caserio necesita llegar a la etapa de la negociación fina mostrando la mayor musculatura política posible. Lógico: si sus acciones internas suben, mayor será el margen para maniobrar.
Desde el Panal ya adelantaron que, si bien buscarán una lista de unidad, el reparto de cargos y lugares para cada sector que quiera participar, será proporcional al nivel de representatividad que tengan. Y, como ya se dijo desde estas páginas, la conducción del partido no se negocia. Será el propio gobernador quien encabece el lema de Hacemos por Córdoba.
Es por eso que lejos de desinflar el armado sobre el que el senador viene trabajando junto a dirigentes como Martín Gill, Walter Saieg, Gabriel Bermúdez, Olga Riutort, además de sindicalistas, legisladores, concejales e intendentes, la idea es consolidarlo. De hecho, aún siguen en carpeta la realización de dos plenarios más: uno del interior y otro estrictamente de Capital. Así mismo, esta semana llevó un grupo de intendentes, jefes comunales, concejales y legisladores del departamento de Punilla a visitar distintos despachos nacionales.
Tándem con Nazario
Como parte de la estrategia de afianzamiento territorial, el ex presidente del partido cordobés buscará levantar la figura de otra dirigente que ya integra su pelotón: Adriana Nazario. La última pareja del ex gobernador José Manuel de la Sota, referente en el sur provincial, será una de las que integre hoy el contingente de congresales por Córdoba. La acompañarán otros nazaristas como Franco Miranda y María Laura Labat.
Nazario es legisladora provincial en uso de licencia quien, según sostienen desde su entorno, quedó disconforme con Schiaretti por promesas incumplidas durante este segundo mandato consecutivo, por lo que desde hace un tiempo la mujer decidió jugar en sintonía con el senador nacional. Ella representa a una parte del delasotismo, sobre todo, del interior provincial pero también tiene un excelente vínculo con Sergio Massa y con el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, entre otros funcionarios nacionales.